Nielka Rojas, Directora Escuela de Educación
Sixtina Pinochet, Jefe de Carrera Pedagogía en Educación
Es difícil pensar en educación, mujeres y violencia sin mencionar el tema de la igualdad de los derechos entre todos y todas; y en como aquello debería traducirse en una educación que genere experiencias que permitan equipar la brecha de desigualdad histórica existente entre hombres y mujeres, en aspectos como el acceso a la educación, el tipo de carrera universitaria que se selecciona, e incluso la inserción laboral; temas centrales para avanzar hacia una transformación social y al desarrollo de un país.
¿Por qué una mirada tan amplia sobre los efectos que puede generar la educación? Porque nuestro país lidera la incorporación de niños y niñas al sistema educativo formal, aumentando la tasa de escolarización de las y los menores de 3 años entre 2010 y 2017, en más de ocho puntos porcentuales, y a los 5 años más del 90% de niños y niñas acceden a la escuela; asimismo, la población está alcanzando un mayor nivel educativo, ampliando la proporción de personas que acceden a la educación superior. Por lo tanto, los discursos hegemónicos o contra hegemónicos que se construyen, preservan y transforman desde el espacio educativo, tienen una incidencia en el desarrollo de actitudes y valores que tensionan las relaciones sociales, y entre ellas, las relaciones de géneros.
El aula es un espacio privilegiado para potenciar e incrementar el aprendizaje. Por ello, es necesario mantener una perspectiva crítica y transformadora con respecto a lo que se hace desde todos los niveles educativos y, especialmente, desde niveles escolares iniciales. Debemos seguir promoviendo relaciones que estén libres de estereotipos de género, tener expectativas igualitarias con respecto a las y los estudiantes, ya que esto puede condicionar la toma de decisiones en el plano personal y en el ámbito profesional. Las mujeres debemos aparecer en las clases que enseñamos y aprendemos en las escuelas, debemos ser visibilizadas con tal de poder reconocer las desigualdades, pero sobre todo con miras a evidenciar que hemos sido y somos parte fundamental de la transformación histórica.
No hay comentarios