Begoña Peceño Capilla
Directora de la Escuela de Prevención de Riesgos y Medio Ambiente UCN Sede Coquimbo
A propósito del Día del Experto en Prevención de Riesgos, que se conmemoró el pasado lunes 7 de marzo.
Contar con ambientes seguros y saludables es un derecho de las y los trabajadores y toda empresa, independientemente de su tamaño, tiene la obligación de velar por contar con ellos y mantenerlos en el tiempo.
Este derecho se encuentra amparado por la Ley 16.744 y sus normativas asociadas. En este sentido, el Ingeniero o la Ingeniera en Prevención de Riesgos, es el brazo coordinador y ejecutor que asegura que estos derechos fundamentales se cumplan. Por lo tanto, la mencionada ley entrega a dicho profesional una responsabilidad esencial para la actividad empresarial, ya que, mantener condiciones saludables y seguras en los puestos de trabajo debe ser un objetivo estratégico de cualquier institución, con el fin de no tener accidentes y enfermedades profesionales que puedan generar pérdidas de diversa índole.
Además, el Ingeniero y la Ingeniera en Prevención de Riesgos, también es un profesional prioritario desde el punto de vista económico, ya que asegura la calidad de los procesos productivos, servicios y productos. Por lo tanto, es una pieza importante para obtener la excelencia empresarial y mejorar la competitividad.
Es por ello que en los últimos años, y gracias al aporte realizado por estos profesionales, las condiciones laborales en materia de seguridad y salud en el trabajo han mejorado. En la actualidad, existe más conciencia e interés en esta temática por parte de todos los actores involucrados, -empresas, Estado y trabajadores-, llegando incluso a formar parte de la gestión estratégica de una organización, en términos de control del riesgo.
Sin perjuicio de lo anterior, es necesario que este profesional sea una persona innovadora y flexible en términos de poder adaptarse a los cambios que ocurren en el entorno. Ejemplo de esto es lo ocurrido con la pandemia por COVID-19 que obligó al Ingeniero e Ingeniera en Prevención de Riesgos a buscar medidas eficientes y eficaces para enfrentar la nueva realidad laboral generada por esta enfermedad que antiguamente no existía.
Así fue que la contingencia dejó de manifiesto la importancia de este tipo de profesionales y su capacidad de adaptación, que ha facilitado la gestión preventiva en las empresas y les ha permitido manejar esta situación adversa de la manera más adecuada, evitado pérdidas, tanto de vidas humanas, como productivas y económicas para las organizaciones.
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