Guillermo Guevara B.
Secretario Docente Escuela de Educación UCN
Es indudable la importancia que tienen los primeros años de educación en el desarrollo personal, social, cultural y hasta económico para las personas y los países en general. Durante los primeros seis años de vida, el ser humano presenta cambios significativos en el desarrollo del cerebro, los cuales requieren de una adecuada estimulación para fortalecer las actitudes y habilidades que le permitirán afrontar de mejor forma las relaciones humanas que la vida le presente. En este sentido, la educación parvularia debe ser parte fundamental de los procesos de mejora y cambio de los sistemas educativos en los países que le apuesten a la educación como el eje principal para combatir la desigualdad, la pobreza, la exclusión y todos los problemas y desafíos que la sociedad presenta.
En Chile, la cobertura en educación parvularia está presentando un crecimiento significativo, aunque todavía un poco lejos de los estándares e indicadores para países con economías e inversiones similares en este ámbito. Según datos del Censo Nacional de Población y Vivienda y del Centro de Estudios del Ministerio de Educación, la tasa de cobertura para educación parvularia está cercana al 56%, lo que se traduce en aproximadamente 800.000 niños y niñas insertos en algunos de los niveles educacionales definidos (sala cuna, nivel medio y nivel de transición). En este sentido, vale la pena destacar el importante crecimiento de la cobertura de niños y niñas de 3 a 5 años: de acuerdo con los indicadores de la OCDE, en 2005 la tasa estaba por debajo del 40%, actualmente en el nivel transición se puede hablar de una cobertura casi universal. Este incremento impacta inmediatamente en el número de educadores y educadoras de párvulos que demanda el sistema público y privado, cuyo crecimiento no se condice con el presentado por el estudiantado.
El estudio “Dotación de Educadores de Párvulos en Chile”, realizado por Elige Educar, da cuenta de la problemática que se está generando en función de la necesidad de tener más profesores y profesoras de educación parvularia: a 2025 se proyecta un déficit del 22% de docentes necesarios para cubrir la demanda a nivel nacional; a 2030 se proyecta una necesidad de más de 10.000 profesionales en este ámbito, lo cual se traduce en un 36% de la dotación total proyectada.
A nivel regional, las cifras son aún más preocupantes: al 2025 se proyecta en Antofagasta un déficit cercano al 31% y a 2030 la proyección arroja un alarmante 51% de educadores y educadoras que harán falta para responder a las necesidades estimadas.
Lo anterior, pone en evidencia la importancia de orientar y promover políticas públicas que de manera integral permitan el crecimiento y fortalecimiento en todas las instancias que intervienen en el Sistema Educativo Nacional. La cobertura es importante, pero los niveles de calidad también dependen de la dotación docente para enfrentar dichos crecimientos.
Regionalmente, se debe trabajar para generar espacios formativos y anticiparse a esta necesidad. En este sentido, y respondiendo al compromiso fundacional y territorial que tiene la Universidad Católica del Norte con la región, el Consejo Superior de nuestra casa de estudios aprobó la apertura, a partir del año 2022, de la carrera de Pedagogía en Educación Parvularia con mención en Desarrollo Emocional y Cognitivo, la cual tiene como objetivo formar profesionales que actúen con responsabilidad y respeto por la dignidad de las personas, comprometiéndose con la infancia e interpretando cada hito del desarrollo infantil para resguardar y potenciar su desarrollo en la región y el país.
Los desafíos en la formación de profesores y profesoras de educación parvularia son diversos, la dotación docente es apenas la apertura a un campo formativo y profesional que requiere la mayor atención de los que estamos en el mundo educativo. Existen otros temas muy importantes de abordar relacionados con la calidad del proceso formativo, el desarrollo de la identidad del o la educadora y las didácticas interdisciplinares; sin embargo, un tema que me parece interesante y empieza a tomar mayor atención es la baja y casi nula participación de hombres en este ámbito profesional. Todo esto, en parte promovido por prejuicios y estereotipos que como sociedad debemos empezar a cambiar. Espero en un próximo espacio de difusión poder abordar esta temática.
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