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107 escolares se suman a Programa Yo Sigo Mi Vocación de la UCN para convertirse en profesores

Fecha: 13 agosto, 2021

107 escolares se suman a Programa Yo Sigo Mi Vocación de la UCN para convertirse en profesores

La iniciativa, que inició su año académico 2021, permite a jóvenes de educación media de las regiones de Antofagasta y Coquimbo fortalecer sus habilidades y acercarse a la vida universitaria, para desarrollar una carrera en la docencia.

Con 107 estudiantes de tercero y cuarto medio de las regiones de Antofagasta y Coquimbo, el Programa Yo Sigo Mi Vocación de la Universidad Católica del Norte (UCN) dio inicio a su Año Académico 2021.

La iniciativa impulsada en la Casa Central y Campus Guayacán de la UCN desde el 2016, tiene como objetivo fortalecer las habilidades genéricas en sus participantes, favoreciendo su desempeño académico mediante un modelo de enriquecimiento curricular y acompañamiento efectivo. Está dirigido a jóvenes de educación media que posean potencial talento pedagógico y un declarado interés en estudiar pedagogía.

“Potenciamos a jóvenes con potencial talento de nuestras regiones, para que contribuyan como futuras y futuros profesionales de la educación en sus localidades, desde su identidad territorial”, comentó el director ejecutivo del Programa Yo Sigo Mi Vocación, Cristian Cisternas.

Durante tercero y cuarto medio, los estudiantes cursan talleres los sábados en la mañana, los cuales abordan las áreas de lenguaje, matemática, rol docente y fortalecimiento socioemocional; considerando procesos de enseñanza y aprendizajes innovadores en el ámbito del liderazgo, trabajo en equipo, pensamiento crítico y compromiso social. En este sentido, las y los jóvenes pueden acercarse a la vida universitaria para desarrollar una carrera docente y generar cambios sustantivos en la educación chilena.

Para la coordinadora estudiantil de Yo Sigo Mi Vocación en Antofagasta, Andrea Cerda, los profesores y profesoras cumplen un rol fundamental en la sociedad. “Son quienes están a cargo de los procesos de aprendizaje y con el programa fortalecemos habilidades de trabajo en equipo, liderazgo, colaboración y de responsabilidad social, para que sus participantes colaboren entre sí”. Menciona, además, que es fundamental acercar a los y las jóvenes a la vida universitaria, porque “a pesar de que las carreras de pedagogías son muy distintas, los desafíos a los que se enfrentan son similares; preparamos a las y los estudiantes para hacer frente a su futura labor como docente”.

Se destaca la relevancia del aprendizaje colaborativo por sobre el competitivo, pues el progreso de quienes forman parte de la iniciativa no solo apunta al resultado de una prueba, sino a interiorizar habilidades que les sean de utilidad para sus labores profesionales y vida personal.
Yo Sigo Mi Vocación tiene un proceso riguroso de selección de estudiantes, quienes deben cumplir con un perfil. En tanto, brinda apoyo para el ingreso a la educación superior a quienes que no cumplan los requisitos de puntajes de la PDT y que aprueben sus dos años de participación en el programa; mediante un acceso especial para estudiar una carrera de pedagogía impartida por la UCN o por otra universidad.

PANDEMIA

La cantidad de postulantes ha aumentado durante los últimos años, por lo cual se proponen e implementan constantes desafíos e incorporación de nuevas estrategias para mejorar de acuerdo con el escenario actual y futuro.

“La pandemia ha sido difícil para todas y todos, es por eso por lo que entregamos oportunidades de desarrollo académico y acompañamos sus procesos transicionales a la vida universitaria”, comentó Andrea Cerda.

Debido a la contingencia sanitaria por el COVID-19, el programa brinda apoyo efectivo para quienes lo necesiten, mediante un bono de conectividad que contiene minutos ilimitados de llamadas y conexión a red móvil e insumos tecnológicos. De esta manera, se facilita y promueve la participación en los talleres impartidos.
Martina Escalante es una de las participantes, vive en Coquimbo y cursa cuarto medio en el Colegio Seminario Conciliar de La Serena. Desde niña quiso estudiar pedagogía, pues “siempre me ha gustado enseñar, más allá de contenidos, valores”. Comenta que Yo Sigo Mi Vocación la motivó por el apoyo y facilidades que brinda: “Antes de la pandemia nos ayudaban con pasajes para movilizarnos a las clases, ahora con materiales para que podamos seguir con nuestra vocación”.

Destaca que su experiencia ha sido muy gratificante, ya que las y los profesores entregan apoyo incondicional, ha aprendido a organizarse y a prepararse para el futuro. También menciona que ahora sabe cómo planificar sus clases, manejar el estrés y frustración, qué características debe y no debe tener un docente, y ha aprendido que las matemáticas no solo sirven para el rendimiento de notas.

Andrea Cerda insta a quienes están comenzando su camino en Yo Sigo Mi Vocación con el siguiente mensaje: “Quiero agradecer a quienes decidieron ser parte de este desafío, incluso bajo las condiciones del contexto sanitario; esperamos que este programa les sirva para incorporar nuevas destrezas que les permitan enfrentarse a los escenarios futuros, y realizar cambios en la educación”.

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