Establecimiento volvió a realizar su ceremonia de promoción.
Alegres, curiosos y buenos compañeros, son algunas de las características de los pequeños y pequeñas que dejan las salas del jardín y que inician junto a sus familias un nuevo proceso de formación en la educación inicial.
La Sala Cuna y Jardín Infantil Taqinki nació como iniciativa de un grupo de estudiantes, quienes necesitaban un lugar seguro donde dejar a sus hijos mientras ellos estudiaban. Hoy, esa idea se traduce en un proyecto educativo con fuertes valores que se transfieren día a día a los párvulos.
Ximena Luna, directora de la Sala Cuna y Jardín Taqinki, comentó que “como jardín estamos contentos de realizar nuevamente esta ceremonia de egreso, ya que por el estallido social y luego la pandemia no habíamos podido despedir a nuestros niños y niñas de esta manera”.
Para la directora general estudiantil UCN, Vianca Vega, esta fue una ceremonia emotiva: “Volver a reunir a las familias en una celebración como esta es relevante para nosotros como Institución, porque las primeras infancias, los primeros años son cuando más se marca el sello en los niños. Entonces, haber sido partícipes, a través del jardín infantil, en la formación de estos niños y niñas es importante”. Agregó que “como Universidad les entregamos los mejores deseos para el camino que sigue, para que puedan seguir desarrollándose de manera exitosa”.
FORMACIÓN
Como jardín infantil, el trabajo que se realiza día a día con los niños, especialmente hoy, está enfocado en formar a los niños y niñas con grandes bases emocionales, “porque la parte de la emocionalidad es fundamental en los aprendizajes y logros que más adelante el niño o la niña pueda obtener. Teniendo una base sólida de emociones, de amor, cariño y de apego, el niño va a lograr lo que sea”, indicó Luna.
Durante la ceremonia, los padres y madres agradecieron la dedicación de las educadoras y tías asistentes del jardín, quienes en pandemia tomaron un rol fundamental en la formación de sus hijos.
Las familias destacaron el trabajo colaborativo, mano a mano y que permitió no solo que los párvulos tuvieran un lugar seguro, sino que también permitió que padres y madres pudieran continuar con sus estudios universitarios y trabajos.
“Estoy muy agradecida del jardín. Si bien es difícil, porque ahora los niños salen a otro lugar, como dijo la mamita en la ceremonia, salen de su zona de confort. Mi hija entró en sala cuna y gracias al jardín pude sacar mi carrera y de manera tranquila, porque sabía que estaba en un lugar seguro, donde ella se sentía feliz”, expresó María José Barahona.
Para el Taqinki, la familia es fundamental, por lo que su directora entregó un mensaje a las mamitas y papitos que dejan el jardín: “Sigan apoyando a sus hijos, la familia es fundamental en todo proceso. Desde que el niño nace es fundamental el pilar de la familia, los valores y el apoyo que le sigan dando a través de la vida, sobre todo ahora que van creciendo”.
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