Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Católica del Norte, Humberto Carrasco Blanc
El Doctor Humberto Carrasco Blanc es abogado por la Universidad Austral de Chile, Master en Derecho Comercial por la Universidad del Desarrollo, Master en Derecho de la Computación y las Comunicaciones por la Queen Mary, University of London, Inglaterra, y Doctor en Derecho por la University of Edinburgh, Escocia.
Sus áreas de especialidad son Derecho Comercial, de las Telecomunicaciones, del Consumidor, de la Competencia, Propiedad Intelectual y Tecnologías de la Información. En su trayectoria, ha sido conferencista, publicó un libro titulado “Contratación electrónica y contratos informáticos”, también ha publicado diversos artículos en revistas académicas, y capítulos de libros.
Además de su labor como académico y abogado, el Dr. Carrasco fue Presidente de Latin American and Caribbean Islands Regional At-Large Organization (LACRALO), y Secretario General de la Asociación de Derecho e informática de Chile (ADI-Chile). Asimismo, fue cofundador del bufete de abogados Lexplan S.A. en 2002.
¿Cómo llegó a la UCN y cuáles han sido los momentos más importantes de su trayectoria en la universidad? Coméntenos un poco de esa historia.
“Yo llegue a la UCN el año 2007. Vine con un contrato por media jornada desde Santiago, aunque soy magallánico. Estaba la mitad de la semana en Santiago y la otra en Coquimbo. Posteriormente el año 2008 me ofrecieron ser asesor jurídico de la sede por otra media Jornada. Esto hizo que decidiera trasladarme a la región de Coquimbo definitivamente. Los momentos más importantes en mi trayectoria se dieron cuando pase a jornada completa en la Universidad y cuando me fui a estudiar mi doctorado a la Universidad de Edimburgo con apoyo de la UCN y de Becas Chile.
Volví el año 2016, año en que obtuve mi doctorado. Otro momento relevante en mi vida académica ocurrió cuando fui elegido decano a finales del 2020”.
¿Cuáles son los aspectos que a su juicio han definido su labor como decano y cuáles son sus principales ejes de acción para mejorar la Facultad?
“Mi labor como decano se centra en dos ejes fundamentales. El primero, dice relación con hacer los esfuerzos para consolidar un cuerpo académico tanto para Coquimbo como Antofagasta que nos permita, en lo posible, competir con las mejores Facultades de Ciencias Jurídicas del país. Por otra parte, se busca profundizar la autonomía entre las escuelas de Coquimbo y Antofagasta, siempre velando por los equilibrios que requiere nuestra institución. Por último, con respecto a las y los alumnos, he buscado aumentar los convenios nacionales e internacionales que permitan beneficios de tipo académico para ellos. También se ha fomentado su participación en competencias internacionales, como por ejemplo, MootComp que consiste en simulaciones de audiencias orales en materia de Derecho de la competencia”
¿Qué es lo más distintivo que tienen los profesionales de Derecho de la UCN? ¿Qué les entrega la universidad para su vida laboral?
“Lo que buscamos es que nuestros egresados tengan una formación robusta en los principios del Humanismo Cristiano, en un entorno pluralista, con una formación integral, permanente y globalizada, para que en definitiva busquen la verdad y la justicia.
La universidad busca entregarles herramientas para asesorar a las personas naturales o jurídicas tanto en el ámbito público como en el privado. Es relevante para nosotros la posibilidad que los alumnos puedan optar a un Minor, ya sea en Derecho de los Recursos Naturales, Derecho Penal y Procesal Penal, o en Derecho de la Empresa y del Trabajo. Esto es muy relevante, porque estos Minors están íntimamente relacionados con la menciones que pueden obtener nuestro exalumnos (as) en el Magister que también dictamos”.
¿Cuáles han sido los principales desafíos de su gestión, qué metas se propone alcanzar o qué legado quisiera dejar para los próximos años?
“Primero, la pandemia del COVID se convirtió en el principal escollo para mi gestión. Aprender cuales eran mis obligaciones en forma remota y la innumerable cantidad de reuniones virtuales fueron obstáculos al principio. Posteriormente, el retorno a la presencialidad también fue un desafío, porque significó nuevamente cambiar la forma de trabajo, pero ahora con todos los cuidados y restricciones originadas por la pandemia. Por otra parte, me gustaría dejar como legado una facultad consolidada, con un cuerpo académico estable, donde nuestras escuelas tengan condiciones competitivas económicas y académicas que hagan que nuestros académicos (as) quieran continuar con nosotros y no emigrar a otras instituciones. En relación a nuestros alumnos(as), me gustaría que puedan tener intercambios a nivel internacional y competencias con universidades nacionales y extranjeras que incrementen sus experiencias”.
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