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Científicos de UCN y CIGIDEN descifran causas del aluvión de Tocopilla

Fecha: 31 agosto, 2015

Científicos de UCN y CIGIDEN descifran causas del aluvión de Tocopilla

Fuerte inclinación de la Cordillera de la Costa fue clave para precipitar una tragedia que, desde la perspectiva histórica, ya tenía precedentes en el puerto.

Los altos cerros que rodean Tocopilla fueron un factor determinante en el aluvión que afectó esa ciudad el pasado 9 de agosto. Las cumbres, que registran alturas que en algunos casos llegan a los 1.800 metros sobre el nivel del mar, actuaron como un muro que atrapó las nubes provenientes del Océano Pacífico, precipitando los 29,4 milímetros de agua registrados ese día en la capital comunal.

Fue la inclinada pendiente de los macizos de la Cordillera de la Costa en ese sector, que promedia los 30 grados, lo que hizo que el gran volumen de agua caída escurriera rápidamente pendiente abajo, arrastrando consigo la carga de sedimentos que provocó la pérdida de vidas y los graves daños registrados en las poblaciones e infraestructura vial del puerto.

Este y otros antecedentes forman parte de la completa información que entregó a las autoridades el equipo científico de nuestra Universidad y del Centro Nacional de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres Naturales (CIGIDEN), que trabajó en terreno para estudiar las causas y efectos de los aluviones que asolaron esa ciudad.

Con la ayuda de un vehículo aéreo no tripulado (dron), los científicos obtuvieron imágenes y antecedentes que les permitieron hacer una verdadera “radiografía” sobre lo que realmente sucedió ese día en la zona.

“Lo que observamos es que hacia el interior de la Cordillera de la Costa no había indicios de lluvias. No detectamos sedimentos derramados sobre la carretera y la línea del ferrocarril estaba en perfecto estado. Las primeras evidencias de acarreo de sedimentos las encontramos a 5 kilómetros al interior de la desembocadura de la quebrada Barriles. Esto nos indica que la lluvia fue netamente costera y concentrada en la vertiente occidental de la Cordillera de la Costa”, resaltó el Dr. Gabriel González, investigador de la UCN y CIGIDEN.

El geólogo explicó que el informe, presentado a las autoridades regionales, comunales y de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), consideró tres aspectos. El primero, tomó en cuenta la caracterización del fenómeno natural, lo que incluyó compilar y presentar la distribución areal de las precipitaciones en el norte de Chile, determinar la ubicación y el tamaño de las cuencas que se activaron; y conocer dónde se produjeron los procesos de remoción en masa más importantes que causaron los daños en la ciudad.

Una segunda arista consideró hacer una evaluación de las obras de mitigación, ya sea si estas existían o no en la zona, y evaluar cómo se comportaron durante la emergencia. En tanto, un tercer aspecto implicó evaluar el proceso de evacuación, comprender cómo se hizo y detectar las causas que determinaron las 4 víctimas fatales ocurridas en la Población 5 de Octubre.

EN TERRENO
Los investigadores realizaron un recorrido por los lugares donde se encuentran las piscinas aluviales de Tocopilla.

En la quebrada de Barriles, las piscinas de decantación ubicadas a unos 4 kilómetros al interior de la desembocadura de la misma, no habían capturado agua ni sedimentos. En cambio, las piscinas ubicadas en la quebrada Quillagüa capturaron un volumen considerable de agua y sedimentos. Lo mismo se observó en las piscinas de la quebrada Tres Puntas, donde 5 piscinas contenían agua con un volumen total estimado en unos 25 mil metros cúbicos, y otras dos estaban llenas con alrededor de 10 mil metros cúbicos de sedimentos transportados aguas abajo durante el evento.

Los científicos determinaron que los flujos aluviales en Tocopilla estuvieron confinados a las quebradas localizadas en la vertiente occidental de la Cordillera de la Costa. Esto particularmente se observó en los aluviones que afectaron a las poblaciones Pacifico Norte, en el sector Las Tres Marías y 5 de Octubre.

“Una de las lecciones aprendidas  en el aluvión de Tocopilla es que no solo hay que preocuparse de instalar obras de mitigación en las grandes quebradas, sino también en las más pequeñas con alta pendiente, porque estas son capaces de movilizar una gran cantidad de sedimentos, como en la población 5 de Octubre, donde un volumen estimado en 9 mil metros cúbicos de sedimentos fueron derramados desde la quebradas Gómez Carreño, cuya área de cuenca es de tan solo 2,2 kilómetros cuadrados”, resaltó el Dr. González.

PROPUESTAS
Junto con presentar un completo mapa que muestra en detalle las zonas afectadas, el equipo de investigadores entregó una serie de consideraciones finales en torno al aluvión.

Entre estas, resaltar la alta vulnerabilidad que presentan algunos sectores habitacionales de la ciudad. En el informe se clarifica por ejemplo que el área de la población 5 de Octubre es inhabitable por su alto riesgo.  Asimismo, el Dr. González, advierte que estas problemáticas también están presentes en otras poblaciones, como en el sector Las Tres Marías, donde un conjunto habitacional fue construido sobre conos aluviales que se activan regularmente durante lluvias intensas.

El documento también plantea considerar la construcción de obras de mitigación de aluviones para proteger las viviendas ubicadas aguas abajo de la población 5 de Octubre, así como en las desembocaduras de las quebradas de riesgo que fueron individualizadas en el informe. “Una obra de mitigación tiene por función disminuir el impacto en las personas y la infraestructura, aunque esto no significa que dicha obra va a suprimir el daño a cero”, aclara el geólogo de la UCN.

Otras medidas están orientadas a informar y entrenar a la población y autoridades sobre procedimientos de evacuación ante episodios de inundación aluvial, mientras que se sugiere demarcar zonas de compromiso aluvial mediante una señalética específica, como por ejemplo el pintado de aceras con color rojo y delimitar zonas seguras de manera clara e inequívoca.
El  científico agregó que es necesario crear en el país protocolos de evacuación en caso de aluviones, materia inexistente actualmente en Chile.

MEMORIA HISTÓRICA
El equipo cientifico llamó a tener en cuenta la perspectiva histórica en relación a este tipo de fenómenos. Recordó que en 1940 una intensa lluvia en Tocopilla dio paso a bajadas de aluviones que activaron las mismas quebradas que fueron afectadas por las precipitaciones del 9 de agosto recién pasado.

En el informe de CIGIDEN se deja constancia que los reportes de esa época indican que los aluviones bajaron desde la quebrada El Salto y se condujeron aguas abajo por calle Colón hasta llegar al mar. Otro sector afectado por los aluviones de ese entonces fue la expoblación La Beneficiadora -actual 5 de Octubre- y el entonces recién construido hospital. “Estas coincidencias con el presente plantean la necesidad de tomar medidas adecuadas para así no repetir los errores del pasado”, puntualizó el Dr. González.

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