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Columna de Opinión: La caridad comienza donde termina la justicia

Fecha: 23 agosto, 2021

Columna de Opinión: La caridad comienza donde termina la justicia

Etimológicamente desde la Real Academia de la lengua, Solidaridad es “la adhesión circunstancial a la causa o la empresa de otro”.

La Solidaridad se aleja del blanqueo de imagen “de obras de caridad”, antes de la limosna está el pagar sueldos justos, se aleja del marketing social, se aleja del apaciguamiento de la culpa, del paternalismo y del dar lo que sobra. La Solidaridad es un modo de vida en todo lo que realizamos nosotros o como algunos lo expresan “una cultura solidaria”, hacerse prójimo del hermano y hermana.

Solidaridad es una condición que nos hace iguales, en la cultura de la solidaridad no estamos aislados, tampoco competimos, sino que entre todos buscamos y trabajamos por el bien común en la universalidad, teniendo la convicción de que la solidaridad no es tan solo una acción concreta, sino que, en lo más intrínseco de cada uno de nosotros, trabajar por una sociedad más humana, tener sed de justicia, “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5,9-10), como lo decía san Alberto Hurtado “darse es cumplir justicia”.

Una expresión que para mí refleja un vivir solidario es lo que escuché en una canción “…es mejor gastarse por los demás que oxidarse por uno mismo”.

Si la verdadera solidaridad se lograra, podríamos conseguir una sociedad más justa y lo más importante, más humana, que nos permitiera ver claramente el ámbito en que viven los más necesitados y los marginados. Como cristianos debemos promover iniciativas para aliviar tanta miseria, en donde estemos, en el momento que sea y cualquiera sea nuestra condición.

La solidaridad se aprende y se hace cada vez más fuerte a medida que se practica, se fomenta y se lucha para combatir el egoísmo, la injusticia y la pobreza, de esta forma seremos un referente de respeto, compromiso y entrega hacia los demás

Solidaridad desde la manera de Jesús es como es mi relación con los otros, es hacerme un “otro”, no importa si es de otra religión o no cree, es hacerme prójimo, como tantos voluntarios de nuestra Universidad que se hacen prójimo del niño que no tiene los medios para ir avanzando en sus estudios, es hacerse otro con las personas de calle, se acercó y le vendó sus heridas se detuvo lo subió a su caballo y lo llevó a curarle la heridas (Lucas 10, 34), no es tan solo en lo práctico, es la colaboración mutua en la personas, como aquel sentimiento que mantiene a las personas unidas en todo momento, sobre todo cuando se viven experiencias difíciles de las que no resulta fácil salir.

Solidario…soy un hermano, hermana y me reconozco como uno junto al otro hermano, hermana. Hemos sido tratados no como merecíamos, sino que hemos sido tratados como necesitábamos ser tratados, hemos sido tratados con misericordia, que es el amor gratuito. Tener una cultura solidaria, es amor…amor gratuito.

Creo que el ser solidario al modo de Jesús, es la experiencia que expande lo que entendemos por Justicia y lo que entendemos por amor extremo… “tengan las mismas actitudes de Jesucristo, que siendo de condición divina no se hizo superior, sino que se anonadó a sí mismo tomando la condición de servidor” haciéndose semejante a ti y a mi”(Filipenses 2,6-7).

Padre Fernando Castro Cortés. Asesor pastoral Universidad Católica del Norte Coquimbo

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