Académica de la Escuela de Prevención de Riesgo y Medioambiente destaca la necesidad de sumar nuevas herramientas a la actividad docente.
Begoña Peceño, académica de la Escuela de Prevención de Riesgo y Medioambiente, perteneciente a la Facultad Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Mar (UCN) en Coquimbo, es una de las académicas que finalizó durante 2022 su perfeccionamiento semipresencial en la Universidad de Sevilla, a través del Programa de Perfeccionamiento Docente de la Vicerrectoría Académica.
¿Cómo se gestó el doctorado que realizó? y ¿cómo nace su interés en esta área?
Realicé el programa de Doctorado en Ingeniería Ambiental, Química y Energética en la Universidad de Sevilla, España. El interés nace primero por las nuevas políticas de la UCN que para hacer una carrera académica pide ciertos requisitos, siendo uno de estos contar con un doctorado, con lo que estoy muy de acuerdo, ya que creo en la calidad de mejora. Así que al año de haber ingresado a la Universidad ya estaba buscando un doctorado.
Y en relación a cómo se gestó, cuando encontré el programa se lo di a conocer a mi escuela y no me pusieron inconvenientes. El único requisito que me pidieron fue que pasara por el programa de perfeccionamiento de la Vicerrectoría.
En mi caso, como era un programa semipresencial, hice mi carga, mi docencia y me liberaron de las tareas administrativas de gestión, lo que me permitió desarrollar el doctorado. Se destinó media jornada para estudiar.
Cuéntenos sobre su historia en la UCN, ¿cuándo se incorporó a la Institución?
Yo llegué en 2014. Estaba trabajando en la Universidad de Sevilla como investigadora y un colega indicó al departamento que había una vacante abierta en una universidad en Chile y que el perfil era muy específico. A partir de ahí se analizó el perfil y mi jefe de ese entonces me dijo “es tu perfil, eres tú”; así que postulé al cargo y quedé.
¿Por qué tomó la decisión de venirse a la UCN?
Era una época de crisis en España, sobre todo para la investigación, y no tenías una seguridad ni te podías proyectar en tu desarrollo profesional.
Estoy segura que en estos 8 años mi avance profesional ha sido mucho más rápido aquí que si me hubiese quedado en España.
¿Cómo se traduce el aporte de un Doctor o una Doctora en una Facultad y en el proceso educativo con los estudiantes?
Para el proceso educativo, te especializa mucho más en investigación. Y en cómo esa investigación se puede llevar a la docencia, toda la línea de investigación. En el doctorado he sido capaz de aprender software nuevo que actualmente se está implementando, y varios académicos de la Universidad me están pidiendo el apoyo, porque no existía ese recurso. Memorias de tesis en Antofagasta me están pidiendo apoyo, porque están dentro de algo que es emergente en Chile y la única que lo puede llevar y que sabe utilizarlo lo aprendió en el doctorado.
¿Cuáles son sus proyecciones a partir de este nuevo grado obtenido?
Mejorar la área de investigación. Personalmente, promocionar según el reglamento de la carrera académica, mejorar la calidad de mis publicaciones y ser más productiva, y con eso van muchas cosas ligadas, como recoger más estudiantes de pregrado, postgrado y postdoctorado para hacer un grupo de investigación más fuerte.
Ahora puedo estar en claustros y en núcleos de doctorado y magíster, que antes no podía estar.
LOGROS
Volviendo al interés por el doctorado, además de la ventaja que tenía porque ya investigaba en esa área y ahora sabiendo que le dieron herramientas, ¿qué más destaca del perfeccionamiento en relación a su quehacer?
Algo a favor fue que el director de tesis era mi antiguo jefe, quien me potenció a irme. Yo tenía un camino hecho en investigación, entonces me dijeron “sigue este camino que ha sido muy fructífero y que se ha potenciado con proyectos de patentes, en publicaciones”, y ahora, a partir de mi tesis y de ese camino que los profesores me indicaron, hay nuevas patentes, dirección de proyectos regionales y se está postulando a un proyecto nacional con universidades como la PUC y la Universidad de Concepción.
¿Cuáles son los logros que puede identificar acá en la UCN?
Publicaciones: durante mi perfeccionamiento he realizado doce publicaciones. También, a raíz del perfeccionamiento, identifiqué otras líneas a desarrollar, así que he postulado a proyectos y patentes.
Además, he podido enriquecer la docencia de cómo enseñar a investigar y hacer pensar a los estudiantes.
Y sobre todo es necesario que como académicos mejoremos nuestro número de personas doctoras y tengamos un refuerzo más grande en los claustros y ese es un aporte que se puede entregar.
¿Le gustaría concluir con alguna reflexión o mensaje?
Cuando estamos dentro de la academia ya nos estamos perfeccionando en algo. A veces no tenemos las herramientas o no podemos avanzar en publicaciones o terminar en publicaciones o ganarnos proyectos, porque no tenemos las herramientas investigativas, no conocemos los mejores software o no conocemos lo que están haciendo en otros países. Los doctorados te dan la posibilidad de ir a congresos, de conocer a otros, de hacer estadías y a veces no conocemos esa realidad y creo que el doctorado te abre en ese sentido. Creo que eso es importante para una Universidad de Excelencia.
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