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Departamento de Ciencias Biomédicas organizó seminario sobre uso responsable de plaguicidas

Fecha: 5 junio, 2018

Departamento de Ciencias Biomédicas organizó seminario sobre uso responsable de plaguicidas

¿Puede existir producción agrícola sin utilizar pesticidas? ¿Es posible aplicar estos productos provocando un mínimo de impacto ambiental? Fueron algunas de las preguntas el investigador en entomología, Dr. Claudio Salas, abordó en el seminario “Uso adecuado de plaguicidas para producción agrícola: Estrategias regionales para control biológico y agroecología”, realizado el viernes 01 de junio en la Facultad de Medicina.

Organizado por el Departamento de Ciencias Biomédicas, la actividad tuvo por objetivo conocer las experiencias del Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA Intihuasi, en la Región de Atacama y Región de Coquimbo.Hace algunos años, el organismo ha impulsado distintas estrategias de control alternativo de plagas, enfocado en pequeños agricultores de la región de Coquimbo.En este contexto, el experto del INIA presentó casos exitosos de agricultores locales que han logrado reducir parcial y totalmente la aplicación de sustancias para el control de plagas: “Trabajamos por lo menos con 50 agricultores y ya tenemos casos exitosos que han pasado de 18 aplicaciones a una, en tomates, de 9 a 1 en lechuga; algunos ya no aplican sino que hacen control biológico. Por lo tanto, con las herramientas técnicas se puede producir sin uso indiscriminado de plaguicidas”.

Bichos contra bichos

Hace un par de años, el Ministerio de Agricultura indicó al INIA reducir la presencia de plaguicidas para cumplir las normas impuestas por la OCDE.

Por esa razón, el Dr. Salas decidió intervenir entre agricultores cuyas producciones presentarán problemas.

Como era el caso de Rosa Piñones, quien durante dos años intentó producir diversas especies hortícolas en su invernadero en Pan de Azúcar. Sin embargo, plagas de insectos y hongos le impidieron alcanzar sus objetivos.

El plan del experto INIA contempló comenzar desde cero. Buscando recursos para construir un invernadero y controlar las amenazas como pulgones y polillas. En ese recorrido las mallas de exclusión de insectos, trampas cromáticas y, sobre todo, la liberación de agentes de control biológico han sido sus grandes aliados para convertir a Rosita en el emblema de la producción con baja presencia de plaguicidas en nuestra región.

Como resultado de ese trabajo, los tomates y hortalizas de Rosita  son parte de una marca propia que cuentan con análisis de residuos  y con un sello INIA gracias a  su sistema sustentable y con bajo impacto ambiental.

Gracias a esta experiencia, actualmente, existen 50 productores en Pan de Azúcar bajo el programa de control de plaguicidas, que buscan fortalecer el desarrollo de productos agrícolas de alta calidad e inocuidad.

Redes

Bajo el impulso de la Dra. Floria Pancetti, Secretaria de Investigación de la Facultad de Medicina, en la Universidad Católica del Norte se han logrado avances en el estudio del impacto de los plaguicidas en los seres humanos.

En ese sentido, resulta clave contar con redes que permitan la difusión de este tipo de informaciones, especialmente porque en Chile no existen políticas públicas orientadas a promover la  importancia de que los alimentos cuenten con baja presencia de plaguicidas, ni tampoco regulación respecto a su uso, equipos utilizados o del personal que aplica este tipo de productos.

“Es fundamental formar redes de colaboración entre quienes estamos trabajando en áreas similares. Ya veníamos trabajando hace muchos años con el INIA, cuando formulamos el primer proyecto que – un FONDEF que ejecutamos entre 2011 y 2014- donde hicimos un monitoreo epidemiológico de la exposición a plaguicidas en el Valle del Elqui y Limarí. La idea es aunar esfuerzos para poder seguir apalancando fondos concursables y poder seguir investigado en esta línea”, explicó la Dra. Pancetti.

A juicio del Dr. Claudio Salas, es primordial contar con estas instancias de intercambio de conocimientos: “Dar una charla sobre estrategias de control biológico y agroecológicas para producir hortalizas al público que no es agricultor es una gran ventaja porque da a conocer lo que realmente está sucediendo en el campo y que muchas veces se desconoce. El consumidor compra una lechuga y no saben el trabajo que hay detrás, cómo fue producid. Entonces, al complementar toda esta podemos buscar bajar la carga de plaguicidas, lo que va en favor de todos nosotros, de todos los chilenos, para consumir un producto que sea inocuo, que haya sido producido de forma sustentable y sin daños al ambiente”, sentenció.

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