Investigadoras han logrado crear innovaciones de alto impacto, jugando un rol protagónico en el posicionamiento de la Universidad en materia de investigación aplicada en la región de Antofagasta, Coquimbo y el país.
La conmemoración del Día Internacional de la Mujer se ha convertido en una instancia de reflexión en donde aún se debe dar cuenta de una serie de brechas respecto de su participación en diversas instancias de la sociedad. El mundo de la ciencia y la tecnología no es la excepción y, a pesar de los esfuerzos que se realizan, se está lejos de lograr la equidad en este ámbito.
Según cifras de la radiografía realizada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología nacional “solo un 34% de quienes desarrollan investigación son mujeres, las cuales lideran solo un 16% de los centros de excelencia científicos-tecnológicos, y son las inventoras de solo un 15% de las patentes solicitadas en INAPI”. A pesar de ello, la participación de la mujer en estos espacios es protagónica y muy relevante, y en el caso de Universidad Católica del Norte esto no es la excepción.
La Dra. Cecilia Demergasso es una de las mujeres destacadas por su rol en el desarrollo de ciencia y tecnología. Es actualmente la directora del Centro de Biotecnología Profesor Alberto Ruiz (CBAR), que cuenta con una serie de laboratorios (biología molecular, cultivos, microscopía, hidrometalurgía, entre otros) y ha tenido una prominente carrera en la que se relevan su participación en la creación de más de 10 tecnologías protegidas, entre las que destacan algunas de alta madurez, tales como un desarrollo biotecnológico para depurar lodos hidróxidos provenientes de aguas residuales industriales y el software BIOLIX -sistema que otorga datos para la toma de decisiones en los procesos mineros de biolixiviación- actualmente beneficia a la industria gracias a su transferencia mediante licencia a la empresa APTIC.
En el liderazgo de actividades científicas también se encuentra la Dra. Fadia Tala, quien es directora del CIDTA -Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Algas y Otros Recursos Biológicos- que gracias a sus profesionales, equipamiento e infraestructura ha permitido prestar servicios y se ha convertido en un espacio relevante para innovación en la región de Coquimbo. La académica ha sido parte de la creación de tecnologías tales como un mecanismo para la producción macroalgas quiméricas (en colaboración con la U. Católica y U. de Chile), que tiene un alto potencial para recomponer ecosistemas marinos y ser utilizadas para su comercialización.
En el mismo ámbito de la acuicultura, pero desde la Escuela de Prevención de Riesgos y Medioambiente, la investigadora Begoña Peceño ha desarrollado un innovador proceso que permite la generación de ecopaneles para la construcción, cuya materia prima son las conchas de moluscos. Este material, además de utilizar un residuo de la industria acuícola, posee capacidades ignífugas, lo que quiere decir que resiste la propagación del fuego. Además, esta tecnología ha sido presentada como patente de invención durante el año 2021.
Además, la investigadora del CBAR, Dina Cautivo, ha sido protagonista de las investigaciones que han permitido la creación del sistema actualmente patentado denominado “Kit Custer”, que logra que pequeños mineros midan las leyes de cobre (concentración del mineral en rocas o yacimiento) in situ, sin necesidad enviar a analizar las muestras. Debido a su utilidad para la industria, este kit será prontamente comercializado. Asimismo, la profesional del centro de biotecnología de la UCN ha desarrollado un sistema complementario -el “kit de ácido”- que permite determinar la cantidad de ácido sulfúrico a utilizar en la industria del cobre, lo que implica un importante ahorro de recursos.
MAYOR PARTICIPACIÓN
Para Begoña Peceño, la actual brecha de la incorporación de mujeres en el mundo de la ciencia y tecnología se debe a qué “capacidades como el liderazgo o la coordinación de equipos se ha impuesto tradicionalmente al sexo masculino, cuando una mujer decide liderar equipos frecuentemente sus capacidades son puestas en duda y se consideran peores a la de un hombre (…) lo mismo ocurre cuando se obtienen resultados con potencialidad de ser protegidos intelectualmente”.
Respecto de la carrera científica de la mujer, añade que “la baja calidad de la conciliación familiar efectivamente puede provocar una menor productividad de la mujer. Por ejemplo, en muchos proyectos para obtener financiamiento se evalúa la productividad científica del director o directora, entre otras cosas, se analizan las publicaciones científicas en los últimos años. Aunque este hecho es igualitario para los dos sexos, no es equitativo, ya que, por ejemplo, cuando una mujer decide ser madre, la maternidad afecta a la productividad laboral, sin embargo, este hecho no tiene el mismo impacto en el caso de la paternidad”. Como propuesta para avanzar en resolver estas situaciones, Peceño expresa que “la medida rápida -por ejemplo en la misma Universidad- sería hacer políticas eficaces para visibilizar y potenciar aquellos proyectos liderados por mujeres”.
Respecto a las propuestas para disminuir las brechas, Fadia Tala indica que “los elementos o acciones específicas deberían ocurrir a diferentes niveles, en la formación pre-escolar, escolar y universitaria, y luego en el ambiente académico y laboral. Todo contribuirá a tener una mayor participación femenina, y veremos más mujeres ejerciendo investigación de calidad en áreas STEM o en cargos directivos de empresas y en organismos públicos”. Asimismo, añade que “en el ámbito universitario, somos las mismas investigadoras que debemos estimular a nuestras estudiantes, invitarlas tempranamente a entrar en los laboratorios, y que su acercamiento hacia la ciencia no sea principalmente teórico”.
¿Qué mensaje les entrega la Dra. Tala para motivar a las niñas que se inclinan por la ciencia? “Que crean en ellas y en sus capacidades, que no hay límite para lograr lo que se propongan, con estudio y dedicación. No necesariamente será fácil, no necesariamente será rápido, tal vez con el tiempo tendrán que ir modificando el camino a recorrer para lograr sus objetivos, pero es parte del proceso de aprendizaje y crecimiento. Que observen el entorno en el cual viven, que visualicen las necesidades futuras que tendremos como sociedad y planeta, para detectar oportunidades. Que al final del día se sientan realizadas y felices con lo que hacen y con su vida”.
En tanto, sobre la participación de mujeres en I+D e industria, la investigadora Dina Cautivo opina que “la mentalidad hoy en día está cambiando, si bien las mujeres siempre han participado en investigación, en la actualidad se destacan aún más en investigación científica (Universidades) y en la industria, ya que han podido a optar a puestos de relevancia. Siempre me he desarrollado en tornos con mujeres exitosas dedicadas a la investigación, son un gran modelo a seguir”. No obstante, agrega que “mi área de trabajo es la minería, que siempre se ha caracterizado por ser un área mayoritariamente de hombres y por qué no decirlo machista, pero hoy ya nos aceptan y respetan (a las mujeres) ya que quizás podemos ver las cosas desde otro punto de vista más práctico”.
Para cerrar, Fadia Tala espera que “en algún momento de la historia no se necesiten mecanismos especiales para lograr la paridad o disminuir las brechas de género, espero que se haga costumbre ver mujeres participando y destacando en todos los ámbitos de la ciencia”, acotó.
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