Académica Miriam Atienzo Soto se acogió a retiro tras cumplir una destacada labor en la Institución.
Cuatro décadas de trabajo, dedicación y compromiso con la Universidad Católica del Norte (UCN) marcaron la trayectoria de la destacada académica de la Facultad de Economía y Administración, Miriam Atienzo Soto, quien se acogió a retiro tras una extensa carrera donde ocupó diversos cargos académicos y directivos que contribuyeron al desarrollo de la Institución.
Nacida en Curanilahue, región del Biobío, en lo que describe como un accidente de la vida un poco nómade de sus padres, sus mayores recuerdos, no obstante, los tiene en Antofagasta, ciudad en la que desarrolló su formación secundaria y profesional.
En 1970 ingresó como estudiante a la entonces Universidad del Norte, a la carrera de Contador Público, en la que realizó su formación de pregrado. Luego complementó su formación como Magíster en Ciencias Contables en la Fundación Getulio Vargas de Río de Janeiro, Brasil, en una época en la que era todo un privilegio obtener una beca en la Universidad.
Su vida profesional tuvo un punto de inflexión cuando el 1 de marzo del año 1983 ingresó a la Facultad de Economía y Administración de la actual UCN, donde rápidamente se insertó en el quehacer académico de la unidad, avanzando en forma significativa en una carrera que para nada tenía programada previamente.
El intenso trabajo realizado en la Universidad lo recuerda en forma reflexiva y con cariño. “El ser parte de la UCN durante cuarenta años fue un compromiso que asumí desde un inicio, en cuanto a aportar en todo aquello que fuera posible, tanto como académica, profesional, directiva o como una funcionaria más, lo que, sin duda, tuvo impacto en mi propia vida, porque gran parte de mi desarrollo como profesional se realizó en este ambiente universitario”, resalta.
En su trayectoria tuvo la oportunidad de asumir rápidamente distintos compromisos directivos en diversos ámbitos académicos y profesionales. Integró numerosas comisiones, dirección de departamento y fue decana en dos periodos. Asimismo, fue vicerrectora de Asuntos Económicos y Administrativos durante 12 años, en las administraciones de los rectores Juan Music y Misael Camus, entre otras responsabilidades en la Universidad.
“Sin querer ser arrogante, por el contrario, tratando de ser lo más humilde posible, puedo señalar que se dieron algunos ámbitos en los cuales pude aportar. En lo académico, la creación de algunas organizaciones al interior de la Facultad que hasta hoy día están presentes. En lo profesional, y durante mi paso por la vicerrectoría, la incorporación de tecnologías de vanguardia, en su época, que allanaran la labor ejecutiva y administrativa de la Institución, obviamente, siempre acompañada de equipos de personas altamente profesionales y comprometidas con la gestión”.
PROYECCIÓN Y FUTURO
Al dejar la UCN sus sentimientos son encontrados, ya que no es fácil alejarse de un lugar donde han transcurrido gran parte de sus actividades profesionales. “Siempre se extrañará el ambiente académico en el que se desenvuelven las actividades, la posibilidad de opinar y participar de diversas instancias de desarrollo y crecimiento de la organización si verdaderamente existe la voluntad de ambas partes para hacer ello, es decir, una actitud personal y por otra institucional”, reflexiona.
En este nuevo horizonte que se abre aclara que tomará nuevos caminos y se dará tiempo para el desarrollo de sus inquietudes e intereses en el plano más íntimo y personal.
“Existen muchos intereses que podré cultivar, más ahora que tendré más tiempo. He sido una coleccionista de muchas cosas, pero la que más aprecio son mis colecciones de conchas marinas traídas de muchos lugares del mundo que he tenido la suerte de visitar. Leer es otro de mis pasatiempos favoritos, leo todo lo que caiga en mis manos; y mirar documentales ha sido siempre una fuente de aprendizaje de cómo avanza o retrocede el mundo”.
Sobre sus proyecciones laborales en el futuro se toma las cosas con calma. “Hay que dejar que la vida vaya indicando los caminos a seguir. Por el momento seguiré desarrollando actividades profesionales, apoyando a algunas instituciones de educación superior a que puedan avanzar en sus procesos de acreditación y otras actividades similares”.
Finalmente, Miriam Atienzo no duda en recordar a la Universidad y dejar un mensaje que aporte y contribuya al crecimiento de la Institución: “Si bien puede ser verdad que la vida se encarga de hacernos el camino a seguir, hoy en día la formación continua podrá mantener vigente a las actuales y nuevas generaciones. Los rápidos cambios de los entornos cercanos y macroentornos nos lo exigen cada día más. Sin embargo, de acuerdo con mi experiencia existe algo fundamental que se aprecia y se exige ahora cada vez más en esta nueva sociedad, que es humanizar a la organización”.
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