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Testimonios de funcionarios y funcionarias: 30 años de trayectoria y compromiso UCN

Fecha: 31 mayo, 2021

Testimonios de funcionarios y funcionarias: 30 años de trayectoria y compromiso UCN

Al celebrar su 65 aniversario, la Universidad Católica del Norte (UCN), reconoce a sus funcionarios y funcionarias con 30 años de servicio, quienes, con su aporte y dedicación han contribuido al desarrollo y quehacer institucional. Son ellos y ellas, a través de sus propias palabras, los que relatan y dejan plasmado lo que significa ser parte de la institución.

Isabel Falcón Núñez: “Hoy puedo decir, Señor, gracias, soy la persona que siempre espere ser”.

Llegué a trabajar al Departamento de Bienestar de Personal en la Universidad en el año 1984, en una práctica técnica en el área de Técnico en Bienestar Social. Después de un año, me di cuenta que mi vocación era ser una profesional en Secretaría, estudié en los años siguientes, pero nunca me desligué de la Universidad.

El agosto de 1991, postulo al Cargo de Secretaría de Carrera en el Departamento de Construcción Civil, y comenzó mi caminar laboral en esta querida institución y estos 30 años en este Departamento, hoy Departamento de Gestión de la Construcción. La Universidad Católica del Norte, me ha visto crecer como profesional a través de perfeccionamientos y entregando día a día, mis conocimientos laborales y mi amor por cada uno de los estudiantes y colegas que, a través de estos 30 años, he tenido la oportunidad de conocer.

Me ha visto crecer en lo personal, como hija, hermana, compañera y, principalmente como madre. El ser parte de la gran familia de la Universidad Católica del Norte me ha permitido un desarrollo a todo nivel, profesional y laboral. Hoy puedo decir, Señor, gracias, soy la persona que siempre espere ser. Finalmente, cuando uno hace lo que ama… no hay tiempos, el tiempo transcurre sin darnos cuenta, y hoy que ya son 30 años, vividos con alegría, con tristeza, pero con la experiencia y agradecimiento de haberlos vivido a plenitud. ¡Gracias querida Universidad Católica del Norte!

Gabriel González López: “La experiencia que he realizado para pensar nuestro Norte es el mejor regalo que la Universidad me ha dado”.

Es haber recibido la oportunidad de desarrollarme en el ámbito profesional y humano. Creo haber escogido el lugar ideal para expandir mis sueños personales y familiares. La experiencia que he realizado para pensar nuestro Norte es el mejor regalo que la Universidad me ha dado.

Estoy tremendamente agradecido de los vínculos de amistad y colaboración que he podido forjar. Son colegas, autoridades, estudiantes, funcionarios(as), entre otros, los que a lo largo de mis treinta años de vida académica han aportado para que este camino esté tejido de significativos logros. En la Universidad Católica del Norte, he encontrado el apoyo y la necesaria libertad para aportar al desarrollo de la Geología en Chile, lo que me llena de satisfacción.

Claudio Meneses Villegas: “Espero que esto sea algo distintivo de la Unidad y que perdure en el tiempo”.

En lo profesional, la mayor parte de mi desarrollo profesional ha estado relacionado con la vida académica realizada en la institución. Desde mi carrera de pregrado, Ingeniería Civil en Computación e Informática, realizada en la casa central de la UCN en Antofagasta, posteriormente el perfeccionamiento a nivel de Master y Ph.D. realizados en Estados Unidos con el patrocinio de la institución, me permitieron crecer como académico y profesional.

Complementariamente, he contribuido a la gestión académica a través del desempeño de cargos de la dirección del DISC, como director de un programa de postgrado de corte académico, y numerosas participaciones en comisiones, a través de las cuales espero haber contribuido al crecimiento de la institución desde un nivel disciplinar principalmente.

En lo personal, la UCN me ha permitido crecer en aspectos que tienen relación con una mirada social del rol de la institución, en particular estimular el relacionamiento de la disciplina de la computación e informática y del DISC con la solución a problemas reales de la sociedad, en particular en sectores y organizaciones sin fines de lucro. Sinceramente, espero que esto sea algo distintivo de la Unidad y que perdure en el tiempo, más allá de los individuos que la componen. Durante este período de 30 años sin duda tengo que agradecer a muchas personas de la institución, en particular quiero destacar a los profesores Luis Lobos, Jorge Tabilo y Marcos Chait, que depositaron su confianza en mí cuando recién iniciaba mi carrera profesional.

Dima Morales Díaz: “Feliz de haber escogido esta profesión, y haberla desarrollado en estos 30 años en mi querida Universidad Católica del Norte”.

Aún recuerdo cuando ingresé a esta casa de estudios superiores, pensando que estaría dos o tres meses y buscaría algo nuevo. Con el paso del tiempo se fue transformando en mi querida UCN, mi segundo hogar. Durante todo este tiempo he pasado altos y bajos, pero lo primordial que me ha mantenido aquí, ha sido el cariño de los alumnos, las oportunidades que me ha dado en lo profesional y personal.

He visto como ha crecido. También mi trabajo me ha dado más de una satisfacción, es diverso y muy ejecutivo. Feliz de haber escogido esta profesión, y haberla desarrollado en estos 30 años en mi querida Universidad Católica del Norte. La relevancia de haber trabajado durante todos estos años en una universidad católica me ha dado también la estabilidad emocional, madurez y la seguridad que existe un ser supremo que me ha acompañado durante toda mi trayectoria.

César Peralta Carvajal: “Es el equipo de personas los que hacen grande a la UCN”.

Llegué a la UCN como auxiliar de aseo y en estos 30 años he crecido como persona y profesionalmente.  He conocido  grandes personas y me han dejado una gran sabiduría. Cumplir años es también tiempo de agradecimientos y de recuerdos. Y en este punto es donde debo señalar en mayúsculas, que es el equipo de personas los que hacen grande a la UCN. Sin él, no llegaríamos a celebrar este aniversario. Todas las personas que están en este momento y las que por circunstancias no están.  Sólo tengo palabras de agradecimiento. Sin ellos, hoy no estaría escribiendo estas líneas. Feliz aniversario Universidad Católica del Norte.

Gerardo Pino Escobar: “Me ha permitido madurar y crecer como persona”.

La relevancia de llevar 30 como funcionario de la UCN me ha permitido madurar y crecer como persona. Compartir y conocer a personas de otros países cuando trabaje en el Observatorio Astronómico de la Universidad Católica del Norte en Cerro Armazones. En el observatorio trabajé durante 13 años en turno 7×7.

María Inés Pizarro: Soy UCN donde quiera que vaya, ya sea por temas laborales o en el día a día”

Más que hablar de cuál ha sido la relevancia de llevar trabajando 30 años en UCN, quisiera expresar lo que siento y lo que significa para mí pertenecer o desarrollarme profesionalmente durante tres décadas en esta gran institución; es así que puedo decir el gran orgullo que siento.

UCN para mí es identidad, soy UCN donde quiera que vaya, ya sea por temas laborales o en el día a día.  Cuando se habla de UCN experimento un alto sentido de pertenencia.  Cada vez que me ha correspondido representarla, lo hago con responsabilidad y respeto, dando siempre lo mejor.  UCN ha sido para mí una evolución constante.

Marta Sáez Fernández: Me ha hecho mejor persona”.

Ha sido importantísimo en mi formación personal, porque me ha hecho mejor persona, íntegra y tengo buenos valores. Laboralmente, tengo un excelente equipo de trabajo, gracias a Dios, eso es muy relevante para tener un buen entorno laboral. Agradezco a cada uno de los que trabaja a mi lado, han hecho muy agradable mi labor junto a ustedes.

COQUIMBO

Herman Díaz Leyton: “Quiero destacar la beca Hijos de Funcionarios, mediante la cual tengo la dicha de haber educado en forma gratuita a mis tres hijos, por lo que tengo a mi hija mayor que es Ingeniera Comercial, mi otra hija Enfermera y a mi hijo menor que actualmente estudia Ingeniería Civil Industrial”.

Trabajar en la UCN ha sido toda una experiencia de vida, dado que es la única institución en la que he trabajado. Si bien este año cumplí 30 años de servicios en la planta oficial, trabajé 2 años a honorarios y un año de práctica profesional, por lo que en realidad son 33 años en la institución.

La Universidad Católica del Norte me ha dado la oportunidad de desarrollarme profesionalmente, donde he podido adquirir nuevas responsabilidades y desafíos que me han permitido crecer y conformar equipos de trabajo  que involucran el área informática y en general, las áreas administrativas y de gestión., lo que me ha permitido aprender, entender y aportar en  el complejo crecimiento institucional de los últimos años. En todo este tiempo, el capital humano ha sido un factor fundamental en  la Universidad, donde he visto pasar a muchas personas que han dejado huellas imborrables  y de quienes destaco  el buen trato y el ambiente de respeto que siempre he sentido.

La UCN me ha dado la oportunidad de continuar estudiando, capacitarme, viajar y conocer otras instituciones en el país y en otros países, además de muchos otros beneficios, entre los que quiero destacar la beca “hijos de funcionarios”, mediante la cual tengo la dicha de haber educado en forma gratuita a mis tres hijos, por lo que tengo a mi hija mayor que es Ingeniera Comercial, mi otra hija Enfermera y a mi hijo menor que actualmente estudia Ingeniería Civil Industrial.

Finalmente, solo me queda decir  que es una decisión muy  personal  trabajar y permanecer en una institución como la UCN, aceptando las condiciones que ofrece y aprovechando todas las oportunidades y  beneficios que entrega.,

Isabel Varela Kawasaki: “En este caminar, uno de los logros más importantes fue convertirme en la primera funcionaria de la Sede Coquimbo que obtuvo un Magíster”.

Trabajar 30 años en la Universidad Católica del Norte, sede Coquimbo, ha sido una experiencia inolvidable. Son 30 años de vida laboral, formando parte del desarrollo de la Unidad a la cual pertenezco, la Biblioteca de Coquimbo, y sin pretensión, ayudando a crecer la Sede de la UCN Coquimbo, al haber participado con cariño y pasión en todas las actividades que me han sido encomendadas.

Llegué en el año 1989 con contrato fijo, cuando la Universidad en Coquimbo estaba surgiendo como una adolescente, con una Facultad de Ciencias del Mar conformada por el Departamento de Biología Marina y el Departamento de Acuicultura; y por otro lado, contaba con el Departamento de Teología. Después de 30 años, veo con gran orgullo como creció esta adolescente para convertirse en una Institución acreditada, de prestigio, con los dolores del crecimiento y del cambio, pero que ha salido adelante con nuevas Facultades, numerosas Carreras, Departamentos y Escuelas que han ido engrandeciendo la Región.

Llegué a la Biblioteca de la UCN a formar parte de un equipo que he visto crecer y desarrollarse. Con aires de grandeza, quisimos tener los mismos servicios que en la Biblioteca en Antofagasta con el mínimo de personal y con alegría puedo decir que lo logramos con creces. Estuve en todas las áreas de trabajo, formé el Centro de Documentación CEDOC, creé la Biblioteca del Adulto Mayor. He recibido infinitas capacitaciones y enseñé, a muchos académicos y estudiantes, a desarrollar competencias de acceso y uso de la información como parte del primer Programa de Educación en Información (PEI)  con un enfoque pedagógico y didáctico.

Si bien, mi lugar de trabajo ha sido la Biblioteca de la UCN sede Coquimbo, he tenido la posibilidad de ejercer diferentes cargos que me han asignado, paralelos a mis funciones. Entre otros, formé parte de la Primera Comisión para crear el Programa de de Mejoramiento Personal (PMP) que era único en las Universidades chilenas en su momento; participé como Secretaria en el Proyecto del Plan Maestro de Coquimbo; pertenezco al grupo de fundadores de la Pastoral de Coquimbo y actualmente, soy colaboradora del Sindicato N° 4 de  Académicos y Profesionales.

En este caminar, uno de los logros más importantes fue convertirme en la primera funcionaria de la Sede Coquimbo que obtuvo un Magíster. No fue fácil trabajar, hacer turnos y estudiar para obtener un grado, pero lo logré y me llena de satisfacción el haber dado el primer puntapié para impulsar a las generaciones posteriores a asumir nuevos desafíos de desarrollo profesional y porqué no decirlo, de desarrollo personal. La UCN para mí no sólo ha significado trabajo, sino también estabilidad económica, la que me ha permitido junto con mi marido, poder educar a nuestros hijos sin sobresaltos, ahora todos profesionales universitarios, siendo el hijo menor beneficiado con la beca para funcionarios. En resumen, han sido 30 años de aprendizaje continuo, de convivencia fraterna, de estímulos constantes, de enseñanza y de disposición, entonces ¿cómo no estar agradecida de mi Universidad?

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