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“Es mejor afrontar el conflicto que postergarlo, precisamente para tener una paz más duradera”

Fecha: 24 octubre, 2022

“Es mejor afrontar el conflicto que postergarlo, precisamente para tener una paz más duradera”

El director del Departamento de Teología UCN, Sj Dr. Hernán Rojas Edwards, abordó los temas reflexionados durante la Semana Teológica.

Por primera vez en dos años, la Universidad Católica del Norte (UCN) retomó su Semana Teológica de manera presencial, una instancia de reflexión sobre los acontecimientos actuales, visto bajo una perspectiva religiosa y filosófica.

Estas jornadas son organizadas por el Departamento de Teología de la UCN, la Arquidiócesis de Antofagasta y la Conferencia de Religiosos y Religiosas (CONFERRE) de la ciudad.

Para esta vuelta a lo presencial y en su XI versión, la mesura y la tolerancia fueron los ejes temáticos bajo la premisa de “La paz y la justicia se han dado cita”.

Al respecto, el director del Departamento de Teología de la UCN, Sj Dr. Hernán Rojas Edwards, explicó cuáles son los objetivos de estas exposiciones y también el mensaje que pretende entregar a la comunidad. “Esto es un espacio de reflexión y de formación sobre temas contingentes. Tratamos de que estos siempre estén vinculados con lo que está ocurriendo en el país, en la Iglesia y en el mundo, y esa reflexión hacerla llegar través de la teología. Es una manera también de mostrar que la teología tiene algo que decir, o puede ser un aporte en la reflexión que vamos haciendo todos como sociedad”.

LA PAZ

En un contexto en donde actualmente se suceden más de 30 conflictos internacionales (sin contar los que se disputan dentro de los mismos estados), y de incertidumbre económica debido a efectos de la misma guerra, como también legados por casi tres años de pandemia, se hace necesario un mensaje que conforte al espíritu.

¿Por qué se plantea la paz como tema a tratar para esta semana de reflexión?

Nos planteamos el tema de la paz viendo varias cosas, como por ejemplo los conflictos internacionales y todos aquellos no gubernamentales, tales como guerrillas o violencia grupales.

Entonces, a raíz de las crisis en el mundo, tanto como la guerra en Europa como también la situación social que vive Chile, como la tradición judeocristiana tiene mucha historia de reflexión acerca de este tema, desde el anhelo de la paz del pueblo judío, lo cual se representa en el saludo del Shalom, que quiere decir paz -cosa que también se ocupa en el mundo árabe entre con el Salam-, y después a lo largo de la historia de la Iglesia que va vinculada a la justicia y la paz; entonces, vemos que paz y justicia van de la mano. Es decir, una no funciona sin la otra.

Dentro de este escenario de incertidumbre, ¿qué mensaje se podría entregar a los jóvenes, quienes en meses de pandemia e incertidumbre, también con la inserción del tele-estudio, ha aumentado la consultas por problemas de salud mental?

Creo que, de partida, vivimos en una sociedad culturalmente muy exigente, que en el fondo sobrecarga de expectativas, de exigencias desde fuera también en los trabajos, o los estudios, y son muy altas.

Yo creo que deben buscar ayuda, eso es lo primero. Es lo mejor, con tal de no resolver los problemas solo, y algo que salió bastante en la semana es que la paz, que también es un anhelo bien fundamental para nuestras vidas, no es algo que se consiga de un momento a otro, dando así solución a todo.

La paz es una búsqueda permanente. La pretensión de una paz absoluta es falsa, no la vamos a alcanzar. Si seguimos con esa expectativa, vamos a vivir siempre frustrados.

La búsqueda de la paz supone ciertas luchas, ciertas batallas por construirla y eso significa buscar justicia, buscar modos de diálogo, encuentros con otros que vayan construyendo una paz duradera.

La pretensión de que no haya conflictos para que haya paz, al final es como una mirada de corto plazo. Hay que invertir en construir una paz más duradera, y eso implica esfuerzo.

 ¿Supone ciertas disciplinas para alcanzar un proyecto?

Supone un proyecto, una cierta reciedumbre, tolerancia al conflicto, como ser capaz de sostener ciertos problemas.

Todos tenemos en algún momento conflictos, ya sea con los propios padres, en algún afán de independizarse, o con otras personas en el trabajo, en los estudios. Es mejor afrontar el conflicto que postergarlo, precisamente para tener una paz más duradera, porque de lo contrario vivimos permanentemente tensionados.

 INMIGRACIÓN

Dentro de los temas que se abordaron durante las jornadas teológicas, estuvo el drama que viven muchas mujeres migrantes, específicamente las de Colombia que, producto del nivel de la violencia interna del país, salieron de su tierra para asentarse en Chile, preferentemente entre las regiones Metropolitana y de Antofagasta.

Esto fue expuesto por el académico de la Escuela de Psicología de la UCN, Gustavo Macaya.

¿Qué le pareció en particular el caso de las mujeres colombianas que llegaron a Antofagasta?

Fue muy interesante profundizar el panorama sobre esa situación concreta y cercana. Mujeres colombianas, que vienen específicamente de Buenaventura,  que llegan a Antofagasta, huyendo del conflicto armado.

Bien lo explicó Gustavo Macaya, quien hizo una exposición general sobre otros factores que influyen en la llegada de estos inmigrantes, que no es solo el cierre de otras fronteras en países europeos, sino que después le dio un rostro más concreto que se materializaba en la búsqueda de paz, de tranquilidad.

¿Se puede decir que están dispuestas a pasar por la incomodidad y la pena que supone la inmigración, con el anhelo de traer a sus familias y comenzar de nuevo desde un lugar mejor?

Así es. Muchas de ellas pasan sinsabores en el viaje y también al llegar a instalarse en Chile, pero aguantan todo con el objetivo de traer a sus familias. Es decir, dejan su lugar, pero siguen ligadas a este, a su gente, con esta expectativa de reunirse.

Por un lado, uno experimenta una desolación enorme al ver estos conflictos en el mundo, estas historias trágicas de muchas mujeres. Pero, al mismo tiempo uno reconoce esperanzas, fuerza, de persona que quieren salir adelante, y en ese aspecto la fe también ocupa un rol, de saberse que hay gente que cuida de ellos.

A propósito de la Semana Teológica, ¿qué mensaje de apoyo podría entregar a la comunidad en tiempos de tanta incertidumbre?

Que la búsqueda y el trabajo por hallar la paz requiere mucho esfuerzo, y que sea de todos. Eso va desde las relaciones interpersonales que tenemos en lo más cotidiano, ya sea en las aulas, con los compañeros, entre otros.

Creo que todos podemos hacer algo por construir una sociedad más pacífica, pero eso supone trabajar por eso.

Ahora, hay que tener en cuenta que ser pacífico no tiene la misma raíz que ser pasivo. Ser pasivo es dejar que otros hagan las cosas, y pacífico es quien busca la paz. Nosotros tendemos a confundir una cosa con la otra, y de nuevo, eso supone mucho trabajo, y también mesura y diálogo.

Debemos reconocer al otro y la otra como un interlocutor válido. Es un proyecto común con otro que no se concluye porque uno sea poseedor de la verdad, sino que se busca en unidad.

La última exposición de la semana teológica se realizará este lunes 24 de octubre a las 19:00 horas en la sala K-121 de la UCN, teniendo de invitado al teólogo de la Universidad de Innsbruck, Roman Siebenrock, quien expondrá sobre “Impulsos para una teología del trabajo por la paz”.

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