En la oportunidad se resaltó el trabajo que han realizado los y las representantes de la Universidad Católica del Norte en el combate a la pandemia, así como también el destacado lugar que ostenta la carrera en relación al resto de las universidades del país, siendo quinta a nivel nacional y primera en empleabilidad.
Este jueves 56 alumnos y alumnas de la Carrera de Enfermería de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Norte, de las generaciones 2019 – 2020, participaron de la ceremonia de investidura de la carrera, acto que simboliza el progreso hacia la formación profesional, el inicio gradual en la toma de decisiones en la gestión del cuidado, y la adquisición del compromiso consciente a aceptar la profesión como parte de sus vidas.
En esta oportunidad el acto cobró mayor relevancia, ya que el 2020 se celebraría por parte de la Organización Mundial de la Salud OMS el año de la enfermería, en conmemoración a los 200 años del natalicio de Florence Nightingale, pero debido a la pandemia se debieron aplazar las celebraciones.
Fue precisamente el trabajo de enfermeras y enfermeros en el combate al Covid-19 uno de los temas que se destacó durante la actividad. El decano de la Facultad de Medicina, Doctor Osvaldo Iribarren, hizo un reconocimiento al esfuerzo desplegado por los profesionales de la UCN, el que indicó fue fundamental para sacar adelante esta tarea en la región.
La primera autoridad de la Facultad también aprovechó para subrayar los avances que ha tenido la carrera durante los últimos años, llegando a ubicarse como la quinta mejor en Chile y la primera en empleabilidad. “La enfermería es una profesión que requiere de rigurosidad científica a toda prueba por parte de los profesores y de gran dedicación por parte de los alumnos, a fin de responder a ese reto social de contribuir a mejorar y preservar la salud de los habitantes de nuestra patria”, resaltó.
La investidura representa además la etapa en la cual los y las estudiantes inician el desarrollo de sus experiencias en los diversos centros formadores de la Red Asistencial de Salud, además simboliza el compromiso real que adquieren los enfermeros y enfermeras en formación con la sociedad, reafirmando su vocación de servicio y los valores que les han sido inculcados en estos años de enseñanza universitaria.
Daniela Sáez, quien habló en representación de los y las alumnas, manifestó que al entrar a la universidad muchos de ellos no tenían conocimiento del rol que cumple cada profesional de enfermería “pero ya en el nivel que estamos comprendemos que nuestro trabajo es fundamental para entregar cuidados de calidad”.
“El estudiar enfermería nos distingue, por ser una profesión que requiere de sensibilidad, humanismo, vocación, pero sobre todo amor al prójimo. Como estudiantes hemos asumido con entrega, coraje y valor la responsabilidad de esta bellísima profesión”, recalcó.
Actuar con responsabilidad y favorecer el autocuidado
“Esta ceremonia es la instancia en que por primera vez los y las estudiantes de enfermería usan su uniforme, lo que les permite proyectar una imagen de orden y presentación y a la vez fortalece su identidad institucional y también profesional”, manifestó la jefa de carrera, Tamara Fernández.
Fernández hizo un llamado a “ejercer con un espíritu de servicio, buscando la excelencia en el cuidado de las personas”, pero también a actuar con responsabilidad, favoreciendo el autocuidado, sobre todo en estos tiempos de pandemia. “Los necesitamos a cada uno de ustedes hoy más que nunca presentes, contribuyendo lo más posible en todas las instituciones de salud pública y privada del país”, precisó.
En este acto se les hizo entrega a los alumnos de manera simbólica de la Cofia o Toca, que representa conocimiento, dignidad, amor al prójimo, cuidado, servicio y lealtad a la profesión y también de la Lámpara, que muestra la luz que se requiere en todos los actos de cuidado y la iluminación que brinda el saber y la calificación personal.
No hay comentarios