La esperanza y revalorar la persona humana fueron conceptos valorados encuentro que abordó el tema “Los signos de los tiempos: Esperanza y Solidaridad”.
Con reflexiones que apuntaron a recuperar el sentido de la esperanza y revalorar la persona humana, se realizó el primer Conversatorio Teológico “Los signos de los tiempos: Esperanza y Solidaridad”.
La actividad, organizada por el Departamento de Teología de la Universidad Católica del Norte (UCN), contó con la participación como panelistas de Monseñor Ignacio Ducasse, Arzobispo de Antofagasta y Gran Canciller de la UCN; Francisco Correa, Director del Departamento de Teología de la UCN, Sede Coquimbo; y Andrea Cox, Jefa Territorial del Hogar de Cristo.
La jornada de conversación tuvo cerca de cien participantes vía telepresencia -entre los que se contaba al Rector UCN, Jorge Tabilo-, todos los cuales pudieron realizar preguntas a los panelistas.
Quien expuso en primer lugar fue Francisco Correa, Dr. en Teología, quien destacó que la pandemia ha mostrado la vulnerabilidad y fragilidad de las certezas en que desenvuelven las personas. “¿Cómo hemos vivido la crisis? Ella afecta a todos de modo diferente, es común para todos, nos afecta a todos. Es una ruptura abrupta de las costumbres y las certezas de ciertas cosas que están afectadas, tanto la vida individual como pública”, apuntó el académico de la Sede Coquimbo de la UCN.
Sin embargo, expresó que no todo es negativo, que la pandemia ha despertado un gran sentido común, la creatividad, solidaridad y la preocupación por el otro. Surge la esperanza y volver a lo que somos, a rescatar la identidad, es un llamado a convertirse, destacó.
El segundo en exponer fue Monseñor Ignacio Ducasse, quien también rescató lo que denominó “una explosión de caridad y solidaridad”. Agregó que lo anterior “provoca que el individualismo se quiebre, pues lo que yo hago afecta a otros”.
Asimismo, señaló que el coronavirus no es la única pandemia: “Se han evidenciado grandes desigualdades, una visión distorsionada de la persona y la ruptura de los límites, lo cual nos debe hacer más humildes”, apuntó Monseñor.
El desafío es una conciencia solidaria permanente, concluyó el Gran Canciller UCN.
Finalmente, la Jefa Territorial del Hogar de Cristo, Andrea Cox, enfatizó que la institución fundada por San Alberto Hurtado ha puesto en evidencia lo que significa el vivir en situación de calle y los estereotipos que se generan con dichas personas, lo que lleva a replantearse el sentido y valores de la sociedad. “Debemos avanzar a un país con respeto, justicia y solidaridad”, precisó.
Posteriormente, los y las participantes realizaron sus preguntas que ayudaron a profundizar en las temáticas planteadas.
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