Académica de la Escuela de Ciencias Empresariales de la UCN Coquimbo, Karen Vargas Santander.
La académica de la Escuela de Ciencias Empresariales (ECIEM) de la Universidad Católica del Norte (UCN) Coquimbo, Karen Vargas Santander, culminó su programa de doctorado en Ciencias de la Empresa, en la Universidad de Murcia, España.
¿Cómo se gestó el doctorado que realizó?, cómo nace el interés en esta área?
En mi búsqueda de programas de doctorado en España contacté a tres universidades. A principios de 2019, el decano de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Murcia, Samuel Baixauli, me expresó su disposición para que realizara el doctorado con ellos, invitándome a unirme a su grupo de investigación. El doctorado en Ciencias de la Empresa ofrece diversas líneas de investigación, y finalmente decidí enfocar mi trabajo en el área de finanzas, combinada con la sustentabilidad. Mi investigación se centra en explorar cómo los indicadores financieros están relacionados con los indicadores de sustentabilidad a nivel de empresa, desde una perspectiva internacional.
¿Cómo ha sido su historia en la UCN?, ¿cuándo llegó a trabajar a la Universidad?
Tengo una larga trayectoria en la UCN. Soy parte de la segunda generación de ingenieros comerciales de la Universidad Católica del Norte en Coquimbo, y me gradué en 1998. En el 1999 comencé a trabajar como profesora hora. A partir de ese año mantuve una relación esporádica con la Universidad hasta 2014, cuando fui contratada como jefa de carrera. En 2016 pasé a ser académica a jornada completa.
En mi rol como jefa de carrera dirigí dos programas de pregrado: Ingeniería en Información y Control de Gestión (IICG) e Ingeniería Comercial (INGECO). Adicionalmente, fui secretaria docente en la Escuela de Ciencias Empresariales. En ese ir y venir de desafíos en gestión, fui parte de la acreditación inicial de IICG, la cual fue la primera acreditación de este programa cuando las acreditaciones eran independientes por carrera. Posteriormente, como jefa de carrera de Ingeniería Comercial también participé activamente en la reacreditación de esta carrera. En algún momento estuve a cargo de ambas jefaturas simultáneamente. Finalmente, llevamos a cabo el rediseño de IICG con la colaboración de todos los colegas involucrados en el proyecto.
¿Cómo se traduce el aporte de un doctor en la Escuela de Ciencias Empresariales y en el proceso educativo con los estudiantes?
Se traduce directamente en el proceso educativo de los estudiantes. Además, es crucial que la Universidad sea un motor de generación de conocimiento a través de la investigación. Los académicos no deben limitarse a ser repositorios de información creada por otros; es fundamental que nosotros mismos generemos conocimiento, formulando hipótesis, contrastándolas y haciendo descubrimientos. En esencia, la investigación no debe depender únicamente de fuentes externas, sino también de nuestro propio trabajo. Esta producción interna de conocimiento es especialmente valiosa para los estudiantes, quienes tienen la oportunidad de interactuar con personas que están activamente generando nuevas ideas.
PROYECCIONES
¿Cuáles son sus proyecciones a partir de este nuevo grado obtenido?
Mi intención es continuar contribuyendo en la Escuela de Ciencias Empresariales, ahora también a través de proyectos de investigación. Anteriormente, mi enfoque principal había sido la docencia, la vinculación con el medio y la gestión. Ahora, además de estas actividades, deseo sumar mi aporte en el ámbito de la investigación.
¿Por qué es importante potenciar el programa de perfeccionamiento de la Universidad?
Es fundamental reconocer el talento humano que tenemos en la región, incluyendo a los profesionales y egresados de nuestra Universidad, así como a los profesores que colaboran con nosotros. Este talento es un recurso valioso, pero a menudo requiere apoyo adicional para perfeccionarse, ya sea a nivel nacional o en el extranjero. Es crucial que este respaldo continúe. Deberíamos esforzarnos por desarrollar una carrera académica sólida dentro de la Universidad, fomentando la formación de doctores y académicos propios. Aquellos que han tenido esta oportunidad están más cerca de la Universidad y tienden a desarrollar una mayor lealtad hacia ella. En esencia, se trata de seguir contribuyendo al crecimiento y mejora de nuestra Institución, y en mi caso, de mi alma mater.
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