Representantes de las entidades dialogaron sobre su aporte para implementar la Estrategia Minera Regional en la zona.
Amplio consenso en que las empresas no mineras tendrán una importancia relevante en la consolidación de la cadena de valor de la principal actividad económica de la zona, destacaron representantes de estas entidades convocadas para aportar su visión en el diseño de la Estrategia Minera Regional (EMR) de Antofagasta 2023-2050.
Durante el encuentro, los representantes resaltaron que la experiencia de las empresas colaboradoras, de servicios y ligadas en forma indirecta con la minería, es gravitante para lograr el desarrollo de la industria, la sociedad y como fuente de empleo.
El diálogo formó parte de las jornadas para reunir información para el desarrollo de una estrategia minera para la región, con el respaldo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD); el Gobierno Regional; y la Universidad Católica del Norte (UCN), a través de su Instituto de Políticas Públicas (IPP-UCN).
Javier Urrea, jefe de Innovación de Komatsu Reman Center Chile, valoró la instancia para compartir experiencias y contribuir en la elaboración de la estrategia. “Si bien somos una empresa no minera, estamos dentro de la cadena de valor de la minería y somos fundamentales al igual que las empresas pequeñas, medianas y grandes”.
El ejecutivo planteó que el modelo productivo de la industria no funciona sin una cadena larga. “Somos una empresa de origen japonés que sus fábricas están en distintas partes del mundo, y que tiene que mover esos productos, mantenerlos y darle soporte, etc. La cantidad de oportunidades para que muchas empresas se puedan agregar a esa cadena es infinita. Lo importante es que el servicio y la calidad vaya mejorando”, enfatizó.
A lo anterior se sumó el gerente general de Aguas Antofagasta, Carlos Méndez Gallo, quien indicó que una estrategia regional minera “debe tomar algo más que lo minero”, en el contexto de pensar en lo que pasará cuando ya no exista la minería.
Propuso que la idea es repensar la región con las empresas mineras, no mineras, la sociedad civil, la academia y el gobierno, entre otros actores. Se requiere ver hacia dónde se quiere avanzar y hacerlo ya. “Las empresas no mineras juegan un papel importante, porque pueden dar ese aporte y visión de hacia debemos ir y apoyar esa visión de futuro”, argumentó.
AGREGAR VALOR
El jefe de la Unidad de Política Regional y Rural de la OECD, José Enrique Garcilazo, señaló que las empresas no mineras tienen una participación destacada en la industria. “Uno de los temas que estamos viendo es cómo añadir más valor en los procesos mineros. Están las empresas que extraen los productos de la Tierra, pero después existe todo un ecosistema donde se puede producir más valor; y es ahí donde las empresas pequeñas y medianas pueden tener una incidencia importante, no solo como proveedores o en procesos, sino también en servicios”, sostuvo.
A lo anterior agregó que las empresas medianas y pequeñas tienen un papel destacado como generadoras de fuentes empleo, además de cooperar y gestionar en procesos de innovación.
Por su parte, Gabriela Gómez, jefa de la División de Desarrollo Productivo e Innovación del Gobierno Regional, explicó que en el marco de la generación de la Estrategia Regional de Minería que apunta al año 2050, el objetivo es que este sector pueda transitar, de la mejor forma y en el menor plazo, hacia una minería sustentable, 4.0 y más sostenible en el tiempo.
Sostuvo que la invitación es amplia, no solo a las empresas del sector minero, sino también a aquellas que prestan los servicios que requiere la industria. Por eso dijo que es relevante que las empresas no mineras puedan integrarse al trabajo de construcción de la estrategia. “De esa forma vamos a ser capaces de mover todo el engranaje regional en pos que se genere esta transformación de la nueva minería sustentable que necesitamos. Eso nos permitirá acortar los plazos y generar más empleo en la zona”, finalizó.
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