Propuesta de investigadores de la FICG.
Un estudio realizado por académicos y académicas de la Universidad Católica del Norte (UCN), tanto en la Casa Central como en la Sede Coquimbo, reveló que la actitud hacia la programación y las habilidades de pensamiento computacional están estrechamente relacionadas entre los y las estudiantes de ingeniería.
La actitud hacia la programación se refiere a cómo una persona se siente respecto al acto de programar. Este estudio fue basado en la Teoría del Valor Esperado (EVT), el cual indica que la motivación de las personas para alcanzar sus objetivos depende de cuánto valoran la tarea y la confianza en sus propias habilidades.
Para determinar estas motivaciones, un total de 171 estudiantes de primer año de ingeniería de la UCN, tanto en Antofagasta como de Coquimbo, fueron encuestados. También se preguntó sobre su experiencia previa en programación y se les pidió que resolvieran un test de pensamiento computacional. Es decir, un test para medir cómo estos estudiantes fueron capaces de aplicar su raciocinio lógico en la resolución de problemas reales. Los datos recopilados fueron analizados utilizando regresiones jerárquicas y modelos de ecuaciones estructurales.
El trabajo mostró que la experiencia previa en programación y el género de los estudiantes fueron hallazgos significativos en los estudiantes de género masculino, quienes mostraron habilidades de pensamiento computacional, experiencia previa en programación y actitud hacia la programación superiores, en comparación con las estudiantes mujeres.
Además, se encontró que la actitud hacia la programación (principalmente los aspectos relacionados a la autoestima) predice habilidades de pensamiento computacional en los estudiantes hombres. Pese a que los resultados en este ámbito no son significativos en estudiantes de sexo femenino, sí es posible concluir que las “necesidades sociales” predijeron negativamente las habilidades de pensamiento computacional en mujeres.
Los autores del estudio sugieren que estos hallazgos tienen implicaciones importantes para mejorar las clases de programación.
En primer lugar, se recomienda a las instituciones de educación superior promover activamente la programación en ambos géneros a través de más actividades y cursos de programación desde etapas educativas tempranas. También se debe prestar mayor atención a la actitud hacia la programación de las estudiantes mujeres para evitar “alienarlas” técnicamente.
En segundo lugar, se sugiere que educar a los estudiantes sobre cómo realizar un diseño adecuado para la práctica de programación podría ser la clave para cambiar su actitud hacia la programación y mejorar sus habilidades informáticas.
Por último, se sugiere adoptar estrategias educativas basadas en el género, por ejemplo, promoviendo actividades grupales de programación exclusivamente para mujeres. También se recomienda la presencia de profesoras de programación, especialmente en los cursos iniciales, para ayudar a reducir la brecha de género en las habilidades de pensamiento computacional.
Como mérito al presente estudio se implementó una aplicación tipo encuesta con el objetivo de repetir el test todos los semestres y así medir que las acciones de la UCN están siendo efectivas en la reducción de la brecha de género en programación.
Este proyecto de investigación fue integralmente financiado por la Universidad Católica del Norte por medio del Fondo de Fondo de Desarrollo Proyectos Docentes de Pregrado (FDPD 2022). Los investigadores responsables fueron Carolina Rojas-Córdova del Departamento de Ingeniería Industrial; e Ítalo Donoso, del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación; así como los investigadores de la Escuela de Ingeniería de Coquimbo, Isotilia Costa Melo, Paulo Nocera Alves Junior, Ariel Areyuna y Paul Leger.
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