UCN, a través del Centro ESMOI, lidera estudios en colaboración con organizaciones de la isla, que cuenta con el financiamiento de la Fundación Packard, en áreas de pesca, turismo y patrimonio material e inmaterial.
Rapa Nui, el denominado ombligo del mundo, es un lugar alejado de las grandes ciudades, un oasis de tranquilidad, con ecosistemas únicos. Ubicada en la polinesia, a más de 3.500 km al oeste del territorio continental, Rapa Nui se encuentra entre los destinos turísticos más importantes de Chile.
Rapa Nui, que fue declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO, enfrenta diversos problemas, como los efectos del cambio climático, que ponen en peligro a personas, recursos y bienes, especies, ecosistemas, infraestructuras, patrimonio cultural, social y económico, entre otros.
En este contexto es que la Universidad Católica del Norte (UCN) desarrolla el proyecto “Impactos, vulnerabilidad y capacidad de adaptación al cambio climático en Rapa Nui: hacia la identificación de fuentes de resiliencia a través de metodologías colaborativas”, iniciativa financiada por la Fundación Packard, que busca evaluar la vulnerabilidad de Rapa Nui ante el cambio climático, en tres áreas fundamentales para la comunidad, la pesca, el turismo y el patrimonio material e inmaterial.
SOLICITUD DE LA COMUNIDAD
El proyecto nació como respuesta a una solicitud de Conaf y de representantes del Centro Tepuku, mandatados por la Comisión de Desarrollo de Isla de Pascua (Codeipa), para apoyar el desarrollo de un Plan de Acción de Cambio Climático en la isla. La solicitud inicial al Centro de Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánicas (ESMOI) fue para apoyar en el estudio sobre el impacto del cambio climático en temas marinos, pero actualmente se incluyen también aspectos de patrimonio material e inmaterial.
Se trata de una iniciativa colaborativa cuyo director es el académico del Departamento de Biología Marina de la UCN y director de ESMOI, Dr. Carlos F. Gaymer, y la co-directora la Dra. Laura Ramajo, del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA). Además participan en la investigación académicos del Instituto de Arqueología y Antropología en San Pedro de Atacama, del Departamento de Ciencias Geológicas y del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN) e investigadores del Centro Tepuku de Rapa Nui.
EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO
El académico Carlos F. Gaymer explicó que Rapa Nui es altamente vulnerable a los efectos del cambio climático en muchos aspectos, un ejemplo de ello es el calentamiento global que causa cambios en la circulación climática a escala global, lo que puede derivar en cambios en la circulación atmosférica y oceánica alrededor de la isla. También está el aumento de la magnitud y frecuencia de eventos extremos, en el clima futuro, lo que pueden aumentar los efectos de la sequía actual, y el aumento de las marejadas. Además, existen bases científicas y modelos climáticos que alertan de que amenazas como la desoxigenación y la acidificación del océano podrían afectar las aguas de Rapa Nui.
Se supone que en el futuro debido al cambio climático, dijo el investigador, todos los eventos de marejadas se van a intensificar y hacer más frecuentes, por lo tanto hay un preocupación de parte de la isla de saber qué se puede hacer, pues no hay manera de impedir que eso ocurra, por ello vamos a trabajar con la comunidad Rapa Nui en temas que apuntan a medidas de adaptación a los efectos del cambio climático.
Lo primero será identificar los riesgos asociados al cambio climático, así como los aspectos que generan vulnerabilidad y sensibilidad, y la exposición a este, para luego identificar fuentes de resiliencia, a través de metodologías participativas y de co-producción con la comunidad de la isla.
El proyecto tiene una duración de 18 meses y cuenta con diversas líneas de investigación como “Socio-ecología”, “Geología”, “Oceanografía y clima” y “Arqueología y antropología”, y en él se combinarán diversas metodologías, desarrollando un trabajo de co-construcción con los habitantes de la isla.
El proyecto ha sido apoyado y valorado por instituciones de Rapa Nui como CODEIPA, Mau Henua, el Consejo de Ancianos y el Consejo del Mar.
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