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Luz María Yáñez: “La constitución humana no es algo técnico, es el centro del acto educativo”

Fecha: 24 febrero, 2021

Luz María Yáñez: “La constitución humana no es algo técnico, es el centro del acto educativo”

“La formación del ser en la educación superior: consideraciones de un modelo formativo” es el título del capítulo escrito por la profesora Luz María Yáñez Galleguillos, que forma parte del libro “Innovación Docente e investigación en Educación. Avanzando en el proceso de enseñanza-aprendizaje “, publicado por la editorial española Dykinson, S.L. (Cap. 7, pag. 85).

La profesional se desempeña como docente de la carrera de Pedagogía en Filosofía y Religión de la Universidad Católica del Norte y co-investigadora en Pro-Fondecyt, también UCN, liderado por la Dra. Karla Soria Barreto.

Desde su formación y experiencia docente – es Educadora de Párvulos, Licenciada en Ciencias de la Educación, Magíster en Estudios Latinoamericanos mención Filosofía y Diplomada en Discernimiento Bioético-, Luz María Yáñez está convencida que, en la medida que el desarrollo humano tenga un espacio en la formación de los estudiantes, podremos recuperar aspectos que la humanidad ha ido perdiendo.
Su participación como coautora del citado libro se gestó, tras ser aceptado un trabajo suyo en el “II Congreso Internacional de Innovación Docente e Investigación en Educación Superior: Avanzando en las áreas de conocimiento”, realizado en Madrid, España , en noviembre recién pasado.

Constitución humana
Acerca del tema de su reflexión: “La formación del ser en la educación superior: consideraciones de un modelo formativo”, señala que se ajusta al sentido y significado “que debemos dar los educadores y profesionales no pedagogos en la formación de estudiantes de pre grado, a la conformación humana. En la medida que tengamos un sentido y convicción de la necesidad de “formar” o, más bien, dar la oportunidad de desarrollo humano en los estudiantes, podremos devolver a la humanidad quizás algo que está perdido u olvidado por los modelos planetarios que se han ido construyendo en esta civilidad”.
Desde su perspectiva, pareciera que los saberes “son pretextos y textos que se encuentran en las redes, en libros, etc. Pero la constitución humana no está en cualquier parte, no es algo técnico, y sin embargo, es el centro del acto educativo”.

Enfatizando en el sentido único y vívido de la constitución de la cuestión humana como idea central de su planteamiento, la académica en que, quienes tienen una responsabilidad muy delicada en esta materia son los formadores, autoridades y organizaciones sociales- educativas. Todos ellos, agrega, “deben estar comprometidos con sus currículos de formación, en el reclutamiento del profesorado con la formación humana y no meramente técnica. Quienes se “atreven” a ingresar al aula, deben saber de la importancia de su intervención; no cualquiera puede entrar al aula y las instituciones de educación superior o de cualquier nivel educativo, deberían procurar un perfil docente sensible, cuidadoso, honesto, amoroso, justo. Hoy estamos repletos de técnicos y especialistas, pero no con un perfil centrado en el ser humano, eso es complejo de encontrar”, advierte.

Impacto de las contingencias sociales
Para la docente e investigadora, los sucesos de los últimos dos años – estallido social, pandemia, aislamiento – implican una serie de desafíos a las reflexiones contenidas en su publicación.
“Los movimientos sociales parten de las necesidades sentidas de las personas, a partir de la precariedad de recursos (de todo tipo) y, si se analiza con delicadeza, nos daremos cuenta que es un problema moral y ético que socialmente estamos atravesando; es decir, el sentido de justicia, de igualdad, de respeto”.
Por otra parte, reconoce que el aislamiento físico “nos ha abierto los ojos para comprender que el “otro” es un “otro yo” y que lo necesito. Si solo describimos esas dos situaciones encontraremos de raíz lo humano de lo humano. La humanidad necesita urgente la mirada más dulce de habitar, de convivir y de “producir”. Presiento que se viene luego una refundación de las organizaciones educativas, porque no estamos respondiendo a los fines para lo cual se forma a otro ser humano”.

El arte de la enseñanza
¿Cómo integrar esos desafíos en la formación de los futuros profesionales de la UCN? La respuesta a nivel institucional, dice Luz María Yáñez, apunta a pensar en la refundación de los fines del ideal humano de formación. Y a nivel de las diferentes unidades, levantando perfiles académicos para cada actividad curricular, donde el peso específico en la formación humana tenga importancia.
En términos de ajustes en los programas de formación, continua, “se debería cuidar y persistir, en la forma en que llevamos experiencias éticas al aula, más no artificiales, sino que reales, contingentes y que todo profesional debería vivir. El “arte de la enseñanza” no la puede realizar cualquier persona, su intervención deja trazas permanentes”.

A modo de conclusion, la académica invita a la comunidad educativa a “detener el apuro y tener convicción que la manera en que avancemos hoy hacia un mundo mejor, será respondiendo a la condición humana, devolviendo lo que nunca debió ser olvidado por otros afanes”.

Texto: Cecilia Becker

Imagen: Unsplash

 

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