Dr. Eduardo Arenas Catalán, egresado de Derecho UCN Coquimbo, presidió conversatorio en Campus Guayacán.
El profesional, egresado de la Escuela de Derecho de la UCN Coquimbo en el año 2008, es profesor de la Maestría Avanzada en Derecho Europeo Internacional de los Derechos Humanos en la de Universidad de Leiden, de los Países Bajos.
Un invitado de honor recibió este jueves 30 de enero la Universidad Católica del Norte (UCN) sede Coquimbo durante un conversatorio preparado por la Escuela de Derecho, al que asistieron varios académicos y alumnos para debatir sobre derechos sociales, la coyuntura actual y los desafíos que plantea iniciar un proceso constituyente.
Se trata del Dr. Eduardo Arenas Catalán, abogado formado en nuestra casa de estudios quien actualmente se desempeña como docente de la Universidad de Layden, en los Países Bajos, y es coordinador académico de la Maestría Avanzada en Derecho Europeo Internacional de los Derechos Humanos.
En el año 2018, obtuvo el premio Theo van Boven de Investigación Jurídica en Derecho Internacional por su tesis doctoral titulada: “Solidaridad y derecho a la salud en la era de comercialización de la atención sanitaria”.
Es por ello que con su ponencia ¿Dónde comienzan los Derechos Sociales?, dio pie al intercambio de ideas entre los asistentes al conversatorio, en el que estuvo presente la Vicerrectora de Sede, Dra. Elvira Badilla Poblete y el director de la Escuela de la Escuela de Derecho, Dr. Kamel Cazor.
¿Qué rescata de este encuentro con los académicos de Derecho en la UCN?
“Fue una conversación súper enriquecedora, interesante, muy importante y no fácil. Durante mucho tiempo tuve esta inquietud de cómo se maneja la salud en Chile, con un enfoque tremendamente comercial, y la perspectiva que he plateado es que tenemos que también considerar como aspectos de Derechos Humanos asuntos relacionados con la segregación. El hecho que exista salud para ricos y salud para pobres es uno de los aspectos principales donde tenemos que actualizarnos y dónde se puede hacer una contribución significativa.
Ahora, del mundo social en Chile es de donde podemos aprender más; no es cosa de andar buscando recetas en todas partes del mundo, sino de hacerles caso a los grandes actores sociales que son aquellos que tienen que ver con la salud municipalizada, con los funcionarios que están haciendo el trabajo en las urgencias de los hospitales públicos y es esa área es la que tenemos que mejorar si es que queremos que esta crisis se pueda resolver de la manera más conveniente para todos”.
¿Le parece que el proceso constituyente es muy buena oportunidad para colocar el asunto sobre la mesa y realmente hacer cambios profundos?
“Sin duda alguna que va a poner sobre la mesa de discusión temas centrales de nuestro actuar político, pero el problema de cómo está estructurada la salud y la educación no va a resolverse en la Constitución ni en las reglas constitucionales que emerjan de este debate estimo yo. Lo que sí va a ocurrir es que esa Constitución nueva para los chilenos va a permitir al poder legislativo, sin trampas constitucionales, como diría el constitucionalista Fernando Atria, tener un debate entre nosotros donde podamos potenciar la salud pública, pero también la educación pública, que son las cosas en las que estamos al debe.
La gran mayoría de nuestros compatriotas no tienen recursos necesarios para pagarse estos servicios en el ámbito privado y eso es en lo que tiene que trabajar la política después, pero que tengamos una constitución nueva, sin el legado pinochetista, es fundamental.
En ese sentido, ¿Qué significa la posibilidad de una nueva Constitución?
“Será súper importante para todos nosotros, es cierto que no nos va resolver ipso facto los problemas que tenemos, pero lo que sí va a hacer es restituir la política para que como chilenos, cara a cara, podamos discutir estos problemas y resolverlos de manera más adecuada en base a nuestras necesidades”.
Texto: Johana Fernández
Fotos: Oscar Pineda
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