La red reúne a nueve universidades públicas no estatales, ocho de ellas regionales, incluyendo la UCN. Créditos imagen.
En su edición del 23 de junio de 2013, La Tercera publica una columna de opinión titulada “Universidades: lo público y lo estatal”, firmada por Ignacio Sánchez, Rector de la PUC (en la foto) y Presidente de la Red de universidades públicas no estatales G9, que también integra la Universidad Católica del Norte.
En el texto, el Rector Sánchez destaca el aporte de las universidades públicas no estatales,señalando:”Es importante y necesario cuidar este grupo de instituciones que desde lo público aportan al país de manera muy significativa”. A continuación, reproducimos el contenido de la columna:
“Es evidente que no todo lo público es estatal. Basta considerar algunas instituciones de bien público que no son propiedad del Estado”, escribe el rector Ignacio Sánchez en una columna del diario La Tercera. Ejemplos de esto son la Cruz Roja y los Bomberos, entre otros. “La orientación de bien público”, afirma, “es lo que marca la misión y objetivo de las instituciones. Este es el caso de las universidades que sin pertenecer al Estado, han estado –algunas desde hace ya 125 años-, al servicio y comprometidas con el desarrollo del país. De hecho, el sistema de educación superior se formó desde ocho instituciones, dos estatales y seis de carácter público no estatal. Este sistema de educación superior no estatal ha sido parte importante del desarrollo que podemos observar hoy, en donde varias de nuestras instituciones son reconocidas a nivel regional y mundial”.
“Desde la Edad Media, el saber que cultivan las universidades ha sido entendido como un bien público, por lo cual las universidades, tanto estatales como las de orientación pública, han reivindicado para sí mismas la autonomía necesaria frente a los diferentes poderes de la sociedad. El bien público por excelencia es el cultivo del espíritu, la reflexión y el saber, a través de la búsqueda permanente de nuevo conocimiento que nos acerque a la verdad. El Estado en sus inicios fue visto como un “letrado ilustrado” que debía velar por el buen gobierno y la formación ilustrada de los ciudadanos. El Estado no se funda en criterios de propiedad, sino en su función de dar gobierno e integración social a la población. En este sentido, la función pública está más vinculada a la “inclusión social” y a garantizar el derecho a la educación antes que a cualquiera otra consideración”.
Hoy, dice el rector, “la Red de universidades públicas no estatales, -G9- , reúne a nueve instituciones (ocho regionales), que presentan una gran calidad en diferentes ámbitos del quehacer académico. Cuentan con el mayor promedio de años de acreditación, en pregrado y postgrado representan más de un 40% de la matrícula de las universidades pertenecientes al Consejo de Rectores (Cruch), con más de la mitad de los alumnos y programas de Doctorado. Los académicos, titulados y graduados son un 50% del Cruch. En cuanto a la investigación, el aporte al país representa más de la mitad de los proyectos Fondecyt y de las publicaciones indexadas, con mayor índice de impacto y el 75% de los proyectos de desarrollo y transferencia tecnológica. Además, tenemos liderazgo en proyectos de innovación, patentes y licenciamientos”.
“La red G9 reúne a instituciones con alta selectividad, siendo la mayoría de ellas amplia en la procedencia escolar y socioeconómica de los estudiantes, con un alto índice de vulnerabilidad. Recibimos aporte estatal desde nuestros orígenes, basado en la investigación y en los proyectos docentes prioritarios para el país. Los aportes de becas permiten que una proporción importante de estudiantes tengan una educación gratuita. La identificación de nuestras instituciones con la comunidad se debe resaltar, sin haber diferencia alguna con las universidades estatales en cuanto al compromiso con el desarrollo de la región”.
Como concluye el rector Sánchez: “Es importante y necesario cuidar este grupo de instituciones que desde lo público aportan al país de manera muy significativa. El rol subsidiario de la educación superior se debe potenciar, estimular y reforzar, ya que entregan calidad y equidad al desarrollo de los jóvenes y de la sociedad. Es claro que lo público es una materia más amplia que solo lo estatal”.
Antecedentes del G9
El G9 fue creado en octubre de 2011 con el propósito de fortalecer la voz de las instituciones públicas no estatales al interior del CRUCh. Lo integran la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad de Concepción, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, la Universidad Técnica Federico Santa María, la Universidad Austral, la Universidad Católica del Norte, la Universidad Católica del Maule, la Universidad Católica de la Santísima Concepción y la Universidad Católica de Temuco.
Estas instituciones reúnen al 40% de los alumnos del Consejo de Rectores, es decir, unos 80 mil estudiantes. Sus principales objetivos son dar impulso a la innovación curricular, el desarrollo de las organizaciones integrantes, potenciar la investigación y, especialmente, participar en la política pública educacional.
En marzo de este año, los rectores de las nueve instituciones que conforman el G9 firmaron los estatutos por medio de los cuales quedó oficialmente constituida esta corporación de red de universidades públicas no estatales pertenecientes al Consejo de Rectores, CRUCh.
Las principales líneas de trabajo del G9 son: acreditación universitaria, fiscalización del sistema de educación superior, financiamiento y apoyo a las universidades de bien público.
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