Con un mayor nivel de complejidad y adaptándose a un sistema completamente online, los estudiantes y profesores guías cumplieron con los objetivos previstos para este primer semestre.
A un gran desafío se enfrentaron este año los participantes de la Clínica Jurídica de la Universidad Católica del Norte (UCN) sede Coquimbo, espacio de aprendizaje para los estudiantes de la carrera de Derecho que están ad portas de egresar y el cual se enmarca en la metodología Aprendizaje Más Servicio (A+S).
La iniciativa, que permite a los alumnos realizar asesorías a una serie de socios comunitarios, normalmente se desarrolla en contacto estrecho con los involucrados, mediante reuniones e intercambio de documentación de manera presencial.
Sin embargo, en los últimos meses, -producto del estallido social en octubre de 2019 y posteriormente con la crisis sanitaria del COVID-19-, la Clínica se implementó a través de plataformas digitales, y a juicio de los supervisores docentes, los socios comunitarios y los propios estudiantes, esta modalidad resultó exitosa.
Entorno virtual
Iván Silva, coordinador de la Clínica Jurídica en la UCN Coquimbo, comentó que durante el primer semestre los estudiantes adelantaron su labor a través de asesorías y coordinaciones virtuales. Para ello, se pactaron horarios de atención y consulta, o de teletrabajo, dependiendo del socio comunitario.
“La verdad que el resultado nos tiene bastante satisfechos porque logramos transitar de una presencialidad a una vía remota en función de las necesidades y contexto”, explicó el académico, tras la actividad de término que se llevó a cabo el 12 de agosto por ZOOM, y en la que los estudiantes presentaron las conclusiones de los trabajos realizados, mientras que los socios comunitarios entregaron sus reflexiones y observaciones.
“Experiencia gratificante”
Para las alumnas María José Caballero y Fiama Muñoz, quienes contaron con la guía del profesor Carlos Galleguillos, la experiencia de colaborar con la Oficina de Diversidad de la Municipalidad de Coquimbo, -ente que por primera vez recibió asesorías por parte de la Clínica Jurídica UCN-, fue muy gratificante y enriquecedora.
“(…) La Oficina de la Diversidad tiene un equipo muy sólido con una organización que nos facilitó mucho las cosas y además es multidisciplinario, porque tienen psicólogo, asistentes sociales, así que hay un apoyo grande para los usuarios que lo requieran”, manifestó María José Caballero.
Por su parte la alumna Fiama Muñoz precisó que entre los casos que vieron, destacan los de rectificación de nombre y sexo a registrar en la partida de nacimiento, que en un principio era su foco como grupo de trabajo, sin embargo, ampliaron las asesorías en temas como posesiones efectivas, arrendamiento, violencia intrafamiliar e incluso de retención de la AFP.
Es por ello que la joven valoró la oportunidad de poner en práctica lo aprendido durante la carrera.
“Uno puede estudiar muchos años, pero sin la práctica no es lo mismo y en la clínica puede salir cualquier cosa. También enseña mucho a desarrollarte y darte cuenta de tus propios errores y enfrentarlos, porque a veces uno quiere resolver el problema a todo el mundo, pero no todo está a nuestra alcance, entonces hay que aprender a decir que no y ofrecer otras soluciones de acuerdo a la ley”, dijo.
Socios comunitarios
En cuatro años de funcionamiento, la Clínica Jurídica ha estrechado lazos con instituciones de las más diversas áreas, además de integrar a nuevos socios.
En esta ocasión se sumaron organizaciones como el Instituto Nacional de Derechos Humanos, la Junta de Vigilancia del Río Elqui, el Centro de Desarrollo de Negocios de La Serena, la Oficina de la Diversidad de la Municipalidad de Coquimbo, la Fundación de las Familias, la Oficina de la Vivienda de la Municipalidad de La Serena, la Oficina de Protección de Derechos de Coquimbo, el Primer y Tercer Juzgado de Letras de Coquimbo, el Segundo Juzgado de Letras de La Serena y los propios funcionarios de la UCN.
Alejandra Marín Alvarado, gerente de la Junta de Vigilancia del Río Elqui, -uno de los socios más recientes-, expresó su respaldo a la Clínica Jurídica, porque efectivamente se consiguen soluciones concretas, así como el análisis de problemáticas puntuales.
“Nosotros teníamos una situación particular a resolver, respecto de cuál organización era más favorable para relacionarlos con las escuelas deportivas que hacen uso del embalse Puclaro. Ante eso me pareció que hubo un trabajo dedicado de parte de los estudiantes y se llegó a definir una propuesta real, por lo tanto se cumplieron los objetivos”, agregó.
En la misma línea opinó Carolina Riquelme Sepúlveda, coordinadora del Centro de Desarrollo de Negocios Sercotec La Serena, ente que ofrece asesorías a micro y pequeños empresarios de la zona, y que lleva varios años trabajando junto a la Clínica Jurídica UCN.
“(…) En el último tiempo los clientes se vieron enfrentados a situaciones bien complejas producto del estallido social y ahora de la pandemia, como por ejemplo temas de contratos laborales, desvinculación, contratos de arriendo e incluso tomar la decisión de cerrar la empresa y en esos distintos ámbitos la Clínica Jurídica estuvo acompañando y asesorando”, indicó.
Tecnología y compromiso
Claudio Rojas, abogado y profesor titular UCN en el área de derecho privado, sostuvo que los desafíos del último año para un ramo práctico como Clínica Jurídica han sido importantes, porque tuvieron que adaptarse y “seguir adelante otorgando una asesoría jurídica de calidad, eficiente y rápida vía telemática”.
“Esto supuso el cambio de muchos paradigmas y de los proyectos que nos habíamos planteado en 2020. Sin perjuicio de lo cual estimo que, independiente de lo complejo que fue en la forma, este semestre fue bastante exitoso, porque las herramientas tecnológicas nos permitieron, junto a un mayor nivel de compromiso, y del aumento de nuestras horas de trabajo, el cumplir con nuestras metas”, resaltó.
Texto y foto: Johana Fernández
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