Facultad de Ciencias del Mar UCN trabaja en implementar proyecto docente

El propósito es mejorar el aprendizaje y concretar el rediseño curricular.

Mejorar el aprendizaje, por medio de diversas estrategias, es uno de los grandes objetivos del proyecto docente que está impulsando la Facultad de Ciencias del Mar de nuestra universidad.
Con 33 años de trayectoria y tres carreras acreditadas (además de cinco postgrados), esta unidad está buscando adaptarse a las nuevas exigencias de la sociedad, a fin de entregar profesionales de excelencia, más cultos y mejor preparados para el trabajo inter y multidisciplinario.

En ese contexto se desarrolló hace pocos días la primera de una serie de jornadas, destinadas a intercambiar buenas prácticas pedagógicas, guiada por Paulina Veas García, Magíster en Currículum y Doctora en Educación mención Mediación Pedagógica, encargada de la Oficina de Educación en Ciencias del Mar. “La idea es compartir experiencias que han sido buenas porque en su diseño, su implementación, su evaluación, generan un aprendizaje significativo en el estudiante”, comenta, precisando que no se busca rescatar alguna práctica excepcional, sino “lo cotidiano que el profesor va realizando y que le parece que genera buenos resultados”. A modo de ejemplo, señala que en esta sesión inicial, los asistentes conocieron las acciones que llevan adelante cuatro colegas: Sergio González, quien contó detalles de la elaboración grupal de un boceto de cómic para niños por parte de alumnos de primer año; Óscar Maltés, que presentó una metodología activa transversal de aprendizaje, profundo, significativo y consciente en las asignaturas de química; una estrategia de evaluación individual clase a clase cuando se trabaja en base a actividades grupales, comentada por Wolfgang Stotz; y la implementación de un mercado virtual como herramienta activa de docencia para asignaturas de economía, a cargo de José Bakit.

Estas y otras acciones se enmarcan en la implementación del proyecto docente de la Facultad de Ciencias del Mar de la UCN, que también incluyó el rediseño de las carreras de Ingeniería en Acuicultura y Biología Marina, que busca, entre otros “poder caminar hacia un currículo basado en competencias”, indica Paulina Veas, y a prácticas docentes que apunten hacia un aprendizaje mucho más significativo y profundo en los estudiantes, más que en la repetición o reproducción del saber”.

Cambio de paradigma

A cargo de coordinar la implementación del citado proyecto está el académico Wolfgang Stotz Uslar, secretario docente de la facultad, quien explica que la idea es integrar las carreras entre sí – Biología Marina, Ingeniería en Acuicultura, y en lo posible, a futuro también Ingeniería en Prevención de Riesgos y Medioambiente-, de modo que tengan un plan de formación básica común que permita que los alumnos puedan transitar de una a otra carrera con mayor facilidad, dando mayor flexibilidad a las rutas de formación. Así, agrega, “se van generando las condiciones para aprovechar una formación básica común, para generar en el futuro próximo nuevas salidas”. Paralelamente, se apunta también a una integración a nivel de universidad, vale decir, que “si hay asignaturas que tocan temas de economía, administración, derecho, etc., lo aprendan en conjunto y compartiendo con alumnos de esas disciplinas”. Se trata de ir abandonando paulatinamente la formación “tubular” que caracteriza actualmente a la mayoría de las carreras, para ir ofreciendo caminos diversos, adaptados a los intereses y particularidades de cada estudiante. Con eso se busca mejorar la retención, el rendimiento y la titulación oportuna de los alumnos en la facultad.

Estos y otros desafíos han implicado un rediseño de las mallas curriculares y cambios en las prácticas docentes, trabajo que ha tenido un importante apoyo gracias a la reciente creación de la Oficina de Educación en Ciencias del Mar, unidad a cargo de Paulina Veas García. El principal cambio en relación a las prácticas que se está introduciendo es que cada curso sea abordado en forma conjunta por varios académicos y que estos lo planifiquen en conjunto. Enseguida, se buscará que lo que se haga en un curso, sea conocido y considerado en su planificación por los demás cursos que comparten alumnos durante el mismo semestre, desarrollando eventualmente actividades comunes, y por aquellos cursos sucesivos que comparten una misma línea de formación, de modo de lograr una mayor coherencia y eficiencia. Se espera generar con ello mayores espacios para las demás actividades académicas que se deben complementar con la docencia, como son principalmente la investigación y vinculación.

Por razones coyunturales, la carrera de Ingeniería en Prevención de Riesgo y Medioambiente fue incorporada en el proyecto “Reinventando las Ingenierías”; sin embargo, se buscará su integración al proyecto docente, “ya que consideramos fundamental en cuanto a sus dos vertientes, la de ingeniería y la de medio ambiente, a fin de generar una base más amplia para futuras nuevas ofertas docentes”.

Stotz reconoce que el proceso no ha estado exento de dificultades, en especial por el cambio que involucra para los propios docentes. “La mayoría de los académicos aún están anclados en preocuparse por cómo ellos enseñan, cada vez con clases más innovadoras, considerando tecnologías y conocimientos. Pero en ello no se considera que el problema es que no están abordando lo central: cómo nuestros alumnos aprenden y cómo yo, como docente, puedo contribuir de mejor manera a ello. Y el hacerme cargo del perfil de estudiante que efectivamente recibimos. Ese es el mayor de los desafíos, pues implica un cambio de paradigma respecto a cómo abordar la formación”, subraya, recordando que ese desafío está incorporado en el Proyecto Educativo de la UCN.

Periodista: Cecilia Becker cbecker@ucn.cl

Créditos foto buceo: Iván Hinojosa.