Gilberto Garay Cortés, miembro del Instituto Secular Siervos de la Iglesia y profesor del Departamento de Matemáticas de nuestra Universidad.
A las 20:00 horas de este viernes 15 de noviembre, en la Iglesia Catedral de Antofagasta, Monseñor Pablo Lizama conferirá el Sacramento del Orden Sacerdotal a Gilberto Garay Cortés, miembro del Instituto Secular Siervos de la Iglesia, académico del Departamento de Matemáticas de nuestra Universidad y quien desde 2009 sirve pastoralmente en la Capilla Sagrada Familia de Antofagasta.
Gilberto Garay Cortés nació en Antofagasta el 29 de julio de 1969 y es el segundo de seis hermanos. Sus padres se llaman Rubén y Teresa. Ingresó al Instituto secular Siervos de la Iglesia en diciembre del 2009, y realizó sus votos como diácono diocesano en 2012.
¿Qué experiencia rescataría de su periodo de diácono?
– El contacto con la gente y las personas que sufren, además de la posibilidad de enseñar desde la prédica, aportar con la oración, la bendición, y hacerlos sentir que Dios llega cerca de su casa y su dolor. La gente tiene una búsqueda diaria de Cristo, más aún en el sector donde ejercí mi labor diaconal, en la Capilla Sagrada Familia, incluso en las necesidades materiales, y uno palpa y debe dar una respuesta a lo que significa ser realmente un evangelizador.
¿Cuáles serán sus desafíos pastorales en el futuro próximo?
– Involucrarme con mi comunidad de la Capilla Sagrada Familia (Villa Las Condes de Antofagasta), conocerla, y acercarme a sus hogares, a los que están enfermos, a los pobres de mi sector. Uno es un miserable instrumento que acompaña, pero con las gracias que Dios nos va regalando podemos cumplir esta misión de acompañamiento.
¿Cómo motivaría a los jóvenes a seguir una vida consagrada al Señor?
– Dios te habla en cualquier lugar, en el trabajo, en la acción social, pero mucho más te invita cuando realizamos espacios de oración, y creo que quizás como Iglesia se debiesen fortalecer los encuentros de oración entre jóvenes, donde uno le pregunta a Dios “¿qué quieres de mí?”. Una vocación sacerdotal, religiosa, pero también a la vida de matrimonio, porque es ahí donde muchas veces emergen y se cultivan las futuras vocaciones sacerdotales o diaconales, incluso a veces ver la experiencia de una hermosa relación de nuestros padres puede inspirar la vocación de un sacerdote, amando profundamente al otro, no con una pareja, sino con el necesitado, aquel que requiere perdón.
SIERVOS DE LA IGLESIA
La primera misa que oficiará Gilberto ya como sacerdote diocesano tendrá lugar este sábado 16 en el Templo Catedral a las 12 horas.
Dino Torregiani fundó el Instituto Secular Siervos de la Iglesia en España. En la Arquidiócesis de Antofagasta, el padre Antonio Romeo, que actualmente es párroco del Sagrado Corazón de Jesús, en la comuna de Tocopilla, también inició su vida laical en este mismo Instituto. Su carisma está relacionado al acompañamiento de los sectores de extrema pobreza.
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