Pastoral

Alegre caminata de alegría y solidaridad en Don Orione

Fecha: 26 mayo, 2010

Alegre caminata de alegría y solidaridad en Don Orione

Con el mensaje: “Sólo la caridad salvará al mundo”,  el hogar Don Orione celebró más de 20 años  al servicio de niños con problemas mentales severos y abuelos con distintas patologías.

 

Una emotiva y gran celebración al compás de canciones y alabanzas se realizó en el día de San Luis Orione en Antofagasta el pasado 15 de Mayo. La actividad comenzó  alrededor de las  10 de la mañana  en la plaza del Olivar, donde  se inició una caminata junto a todos los niños y ancianos que viven en el hogar y que son atendidos día a día por funcionarios y voluntarios con gran entrega que prepara cada año este carnaval de alegría por las calles antofagastinas. 
 

Parroquias y Voluntarios
Más de 70 personas reunió la actividad solidaria, haciéndose presente la Pastoral de la UCN, U. Santo Tomás, Liceo Lecya, parroquia de Fátima, Salar del Carmen, Catedral, San Pablo, entre otros , que no quisieron  estar ausente de la jornada y con esfuerzo pero con una  notable alegría y energía  se pasearon desde el sector norte de la ciudad hasta llegar al paseo Prat, para dar cierre a esta gran actividad.

Concierto
En pleno paseo Prat con Matta y dando cierre a la jornada, bajo la  bendición del padre Nathan Stone sj acompañado de la religiosa Hna. Sandra Palma, directora  del Hogar Don Orione Antofagasta, se realizó un concierto con artistas invitados nacionales e internacionales  del ámbito católico que  también se pusieron la camiseta y quisieron deleitar al público presente y a aquellos que paseaban por el centro. Los cantautores María José Bravo, Fernando Leiva,  José Luis Melgar,  el coro San Lucas de la parroquia de Fátima y la Tuna de la UCN, fueron los encargados de motivar y animar la gran fiesta cristiana.

Con este concierto se dio cierre a la hermosa jornada de alegría, que sin duda lleno de emoción a los ciudadanos  que se asomaban desde las ventanas o que se acercaban para dar un abrazo cariñoso a los ancianos y niños del hogar, y a la vez, demostrando que tanto adultos y jóvenes entusiastas  aún se ponen la camiseta cristiana por los más necesitados.

 

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