La Escuela de Psicología de la Universidad Católica del Norte (UCN), forma parte de un sistema social que nos exige una visión holística de la realidad, y nos desafía a comprender los problemas de una manera compleja. Al respecto, nuestra Universidad, en su Proyecto Educativo (2017), nos insta a observar y analizar las nuevas tendencias sociales, económicas, culturales y políticas, de tal manera orientar nuestro quehacer hacia cambios fundamentales:
“Las universidades deben reformar de manera estructural su misión, atendiendo a los principios de equidad en el acceso e inclusión efectiva; de calidad y pertinencia; formación integral; aprendizaje
permanente; financiamiento y responsabilidad; internacionalización terciaria; vinculación con el
medio y gobernanza democrática, entre otros retos. Pero conjuntamente con asumir cambios que
las afectan en lo interno, las instituciones deben atender a las exigencias que provienen del entorno
económico, tecnológico, social, político y cultural circundante, en particular de su región y del
contexto nacional e internacional”.
La Escuela de Psicología, en su plan estratégico (2015) se compromete con su entorno y la mejora de la calidad de vida de su comunidad, en consideración de sus demandas y necesidades: Acerca de la misión de la Escuela de Psicología de la UCN: “…El cumplimiento de esta misión se verifica en la realización de actividades…que permiten la creación de conocimiento y su aplicación tanto al servicio de la formación profesional de pregrado y de postgrado, como a la atención de las demandas y necesidades de la comunidad de la que somos parte integral”.
La situación de crisis social y política que vive Chile en la actualidad, es el resultado de múltiples factores que aluden, entre otras cosas, a un modelo neoliberal que ha mantenido la desigualdad en la ciudadanía. Una mayor conciencia acerca de las injusticias sociales, se ha expresado intensamente en las movilizaciones de este octubre 2019.
Movimientos que levantan la voz en el clamor ciudadano en todo el país, por una transformación social hacia una sociedad construida en equidad y justicia social. Este malestar psicosocial, que se manifiesta en todos los ámbitos de la sociedad chilena, es, además, resultado de un paulatino debilitamiento del Estado y los sistemas públicos de educación, salud, pensiones, transporte y justicia, entre los aspectos de mayor urgencia, como factores centrales que representan la pérdida del sentido del bien común, y de un proyecto social que verdaderamente incluya a todos los ciudadanos y ciudadanas.
Las manifestaciones sociales, como expresión de la frustración ciudadana, resultan válidas y necesarias para producir los cambios sociales. Sin embargo, la violencia que se ha observado en las calles de nuestro país, no justifica, bajo ningún punto de vista, desviar la atención de los temas urgentes de cambio, ni mucho menos atropellar derechos fundamentales, enlodando el deseo de una sociedad democrática y respetuosa de los derechos humanos.
Es un deber disciplinario de la Psicología, analizar estos procesos desde sus distintos niveles, pero ante todo comprometerse con la población que sufre, buscando apoyar en su bienestar y promover el respeto por los derechos humanos en las sociedades. Así también, ofrecer apoyo y contención a la población que se verá afectada emocionalmente, y dañada en su sentido de seguridad y confianza en las instituciones, en este periodo de tensiones y agitación.
La psicología como ciencia social, debe asumir la misión de implicarse en las demandas de la población, vincularse activamente en el empoderamiento de mujeres, hombres, niños y niñas de la comunidad contribuyendo en la construcción de un país que base sus fundamentos estructurales en condiciones socialmente dignas para todos y todas.
En ese sentido, la salud mental y psicosocial de una nación, se sostiene sobre la base de oportunidades y acceso a trabajos, protección, y beneficios distribuidos armónica y democráticamente, rompiendo con las brechas económicas, que nos han convertido en una nación injusta y desigual.
En el marco de la actual crisis social y política, la Escuela de Psicología de la UCN, asume que necesita situarse activamente en el proceso de discusión, y se sumará a las reflexiones, en primera instancia, al interior de nuestra Escuela de Psicología, donde tendremos la posibilidad de generar diálogo respetuoso y trabajar en reconstruir relaciones, y, al mismo tiempo, se suma a las diversas reflexiones de otras casas de estudios superiores, y organismos aglutinadores de las psicologías iberoamericanas que claramente han condenado las desigualdades que han llevado a nuestro país a una situación insostenible.
Reiteramos nuestro rechazo a toda acción que vulnere los derechos humanos y reforzamos el llamado realizado por distintos actores sociales, a contribuir desde la reflexión y un trabajo continuo a la construcción de un nuevo acuerdo social, que se yerga desde valores como la libertad, justicia, igualdad y solidaridad; para lo cual, nuestra Escuela de Psicología, dispone desde ya, de sus capacidades y esfuerzos, para tributar a dicho objetivo.
COMUNICADO ESTAMENTO ACADÉMICO Y ADMINISTRATIVO
ESCUELA DE PSICOLOGÍA – UNIVERSIDAD CATOLICA DEL NORTE
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