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Día mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo

Fecha: 28 abril, 2022

Enzo Bonilla Pérez

Día mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo

M.Sc. Enzo Bonilla Pérez, Académico, Escuela Prevención de Riesgos y Medioambiente UCN
Magíster en Gestión Ambiental, Universidad Católica del Norte.

A lo largo de la historia, los seres humanos han ido modificando sus hábitos y costumbres, utilizando la fuerza y el conocimiento para satisfacer sus necesidades y mejorar su calidad de vida. Lo anterior se ha realizado a través del trabajo, el empleo de recursos y energía; lo que ha implicado un intercambio entre el medioambiente y la sociedad, así como interacciones entre diferentes personas. El concepto de trabajo, en sí mismo, es heterogéneo, en términos del tipo de recursos que puede utilizar, las actividades que se llevan a cabo y el tipo de personas que interactúan para llevarlo a cabo. Sin perjuicio de lo anterior, siempre se desarrolla a través de procesos productivos, cuyas actividades realizan transformaciones, ya sea de forma tangible o intangible, a través del uso de maquinarias, equipos e insumos que, en algunos casos, presentan algún grado de peligrosidad. Todo lo anterior ha significado la generación de situaciones peligrosas que, de no controlarse adecuadamente, podrían afectar la salud de los trabajadores que operan los procesos.

En este contexto, ya desde el siglo X, específicamente en el Renacimiento en Francia, se dictaron las primeras leyes que buscaban la protección de los trabajadores. En el siglo XV, en Alemania, Ulrich Ellanbaf escribió un libro acerca de las enfermedades causadas por el trabajo y algunas medidas de prevención lo que, sin saberlo, se convirtió en el primer acercamiento de lo que hoy conocemos como seguridad y salud ocupacional. De esta forma y tomando conciencia de la importancia que adquirió esta temática al pasar el tiempo, en el año 1919, como parte del tratado de Versalles que dio por terminada la primera guerra mundial, se crea la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con el fin de promover los derechos del trabajo, fomentar las oportunidades de empleo decente, fortalecer la protección social y reforzar el diálogo sobre asuntos relacionados con la esfera laboral. Tal ha sido su importancia e impacto, que en el año 1969 recibió el premio nobel de la paz.

En este sentido, en 2003, la OIT empezó a celebrar el día mundial de la seguridad y la salud en el trabajo, donde se pretende promover la prevención de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales en todo el mundo. Es una campaña de sensibilización destinada a centrar la atención internacional sobre la magnitud del problema, la creación y promoción de una cultura de seguridad y salud que pueda ayudar a reducir el número de muertes y lesiones relacionadas con el trabajo. Llama la atención que, en el mismo día, los movimientos sindicales celebran su jornada internacional de conmemoración de los trabajadores fallecidos y lesionados por accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, por lo que se organizan movilizaciones y campañas en todo el mundo.

En Chile se ha ido avanzando sobre esta temática, dando los primeros pasos con la creación de la Ley N°16.744/1968 que declara la obligatoriedad de un seguro social contra riesgos de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales. Esta norma se transformó en el primer referente sobre esta temática que se operacionalizó en las organizaciones a través de diferentes decretos supremos que regulan diversas actividades como las condiciones sanitarias de los lugares de trabajo, las cotizaciones para financiar el seguro, el trabajo de los comités paritarios de higiene y seguridad, la subcontratación, etc. Sin perjuicio de lo expuesto, también es cierto que, a pesar de estos esfuerzos, han existido diversos eventos que han puesto en tela de juicio esta gobernanza. Uno de los acontecimientos que más impacto ha generado en la sociedad chilena y mundial, fue el accidente minero que provocó el atrapamiento de 33 mineros en la mina subterránea San José, ubicada en la Región de Atacama, en el año 2010, producto de un derrumbe que evidenció problemas en las operaciones e infraestructura con las que contaba la empresa y que puso de manifiesto deficiencias en su gestión preventiva. Tal fue el impacto de este evento, que Chile tuvo que asumir debilidades en materia institucional y de fiscalización, lo que llevo a la creación de una Política Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo en el año 2016 que pudiera reorientar las acciones públicas y privadas en todo el país. De esta forma se le da una importancia aun mayor a esta temática y, por ende, a la labor que ejercen los profesionales de esta área en las organizaciones.

La pandemia por COVID-19 que azota al mundo desde el año 2020 provocó un cambio en diversos paradigmas, entre ellos: las relaciones sociales, la educación y el trabajo. Lo anterior relevó la importancia de adaptar la seguridad y salud en el trabajo a riesgos emergentes, como los biológicos y psicosociales, que carecían de importancia hasta ese momento. Es así como diversos rubros productivos, comenzaron a darle importancia a esta temática, contratando profesionales del área de riesgos laborales para que se hicieran cargo de este problema. Así, la seguridad y salud en el trabajo, ha ido evolucionado junto con este nuevo escenario de riesgo laboral, considerando tener una mirada más resiliente que posibilite, en el futuro, crear condiciones de trabajo adecuadas que permitan a los trabajadores poder realizar sus labores sin preocupaciones en esta “nueva realidad”.

Finalmente, es importante que la seguridad y salud en el trabajo forme parte de la cultura organizacional de las empresas y no se transforme en algo que se debe cumplir por el simple hecho de que existe una Ley que obliga a hacerlo. Solo de esta forma se logrará la tan anhelada concientización que ayude a fortalecer y actualizar permanentemente las estrategias preventivas y con esto poder reducir los índices de accidentabilidad y fatalidad.

 

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