Medición realizada por la UCN reveló además que el Estado se involucra poco en proyectos de educación más allá del financiamiento.
Una baja percepción sobre la existencia de proyectos de innovación en lo formativo revelaron los resultados del Barómetro de Innovación Educativa, desarrollado por el Centro de Investigación y Desarrollos de Talentos de la Universidad Católica del Norte (DeLTA UCN).
El estudio, cuyo objetivo fue conocer la realidad de la innovación educativa en la región de Antofagasta, para así potenciarla, contó con más de 200 encuestados, llegando a un nivel del 95% de confianza.
Respecto a las cifras, Cristian Celedón, asesor senior del Laboratorio de Educación UCN, dijo que en el contexto de la innovación educativa “hay aspectos que no son positivos de estos resultados que nos ponen una serie de desafíos. Esto, porque las estadísticas revelaron que hay un escaso conocimiento sobre programas de innovación educativa en la región. En general, cuando los actores deben identificar algún programa público o privado en este ámbito les cuesta recordar alguno. Esto se centra fuertemente en educación preescolar”.
Agrega que “de los pocos que sí se conocen, no son evaluados de forma positiva en relación a sus efectos. Son evaluados como insuficiente y sin la efectividad esperada. La mayor tendencia de resultado va desde lo neutro hacia lo negativo”.
En este aspecto, el director del Centro de Investigación y Desarrollo de Talentos UCN, Alejandro Proestakis, dijo que “esto plantea un desafío a las universidades y a las instancias que hacen la innovación de mejorar sus canales de difusión, para saber qué es lo que se está haciendo en este aspecto. Tal vez mejorar la difusión de los resultados”.
POLÍTICAS PÚBLICAS
Sobre la pregunta de si los encuestados identificaban políticas públicas que fomentasen la innovación en la educación, el 89% respondió que no. Sobre este punto, Celedón dice que “vemos preocupantemente que muchos no identifican estas políticas, siendo más en el sector preescolar. Entonces, debe existir un mejor trabajo de difusión con los estamentos educativos”. Asimismo, la encuesta revela que en el contexto institucional regulatorio y cultural se percibe como desfavorable para la innovación educativa.
Celedón agrega que “otro factor que preocupa bastante es que, cuando se analiza el contexto institucional nos damos cuenta de que hay una percepción desfavorable, y esto es muy habitual cuando uno visita los colegios, porque su comunidad dice que innova no por el sistema, sino que a pesar del sistema. Esto puede deberse a la estandarización de los procesos que afectan la innovación. Hay una visión positiva sobre el concepto de innovación, pero al momento de decantar, se ve como insuficiente”.
IMPRESIONES
Sobre los resultados de este estudio, el vicerrector de Desarrollo Estratégico y Calidad de la UCN, Guillermo Ronda, expresó que “no cabe duda de que debemos perseverar en estos esfuerzos, considerando el impacto que tienen en toda la población y en la toma de decisiones para la gestación de mejores políticas. Por eso, siempre cuenten con la Universidad Católica del Norte para estos esfuerzos, porque se trata de una labor que hemos cumplido ininterrumpidamente durante 66 años y que, ciertamente, mantendremos todo el tiempo que sea necesario”.
Por su parte, el gobernador regional de Antofagasta, Ricardo Díaz, expresó que “esto que vemos es un proceso innovador, que lo iniciamos antes con el tema de la pandemia, incorporando cambios. En educación vimos que podíamos hacer mejores reuniones, pero que no todos teníamos la capacidad de ingresar a estas herramientas. Este barómetro es un elemento que destacamos y valoramos, porque al ser financiado con fondos públicos, nos permite identificar las percepciones de las personas”.
Finalmente, la cofundadora de Alianza Antofagasta, Esther Croudo, concluyó que “como Alianza Antofagasta estamos muy complacidos por este primer Barómetro de Innovación Educativa que me atrevería a decir es el único a nivel de universidades a nivel nacional. En esta ruta de transitar a la formación de lo que se llama ‘capital social’, que básicamente es generar espacios de confianza, sentimos que avanzamos en ellos al ver instrumentos concretos. Entonces, el barómetro está dando luces del camino que debemos seguir para que nuestro estudiantado se forme no solo desde las disciplinas tecnológicas, sino también que se formen en un pensamiento crítico y que vean el mundo de manera distinta”.
No hay comentarios