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Mensaje en el Día Internacional de la Mujer

Fecha: 8 marzo, 2024

Mensaje en el Día Internacional de la Mujer

– Monseñor Ignacio Ducasse Medina, Arzobispo de Antofagasta y Gran Canciller de la Universidad Católica del Norte envío un saludo a las mujeres en el día internacional.

A las mujeres de la Arquidiócesis de Antofagasta:

En un nuevo 8 de marzo, que conmemora el Día Internacional de la Mujer, les hago llegar mi saludo fraterno. Y lo primero que viene a mí, pensando en las mujeres creyentes de la Iglesia Católica de Antofagasta, son las palabras y desafíos de la primera sesión del sínodo sobre la sinodalidad (octubre de 2023), que convocara el Papa Francisco.

En primer lugar, expresa un profundo valor por la incansable misión de la mujer en la trasmisión de la fe, y la experiencia de vivirla y celebrarla. Señala el documento que: “Las mujeres constituyen la mayoría de quienes frecuentan la iglesia y, con frecuencia, son las primeras misioneras de la familia” (…) “La larga historia de mujeres misioneras, santas, teólogas y místicas es una potente fuente de inspiración y alimento para las mujeres y los hombres de nuestro tiempo”.

Luego, nos desafía a hacer camino de conversión espiritual para superar lo que ensucia y daña el rostro de la Iglesia y su comunión. Porque, “Cuando en la Iglesia se dañan la dignidad y la justicia en las relaciones entre hombres y mujeres, resulta debilitada la credibilidad del anuncio que dirigimos al mundo”.

En un mundo que se nos muestra herido y sediento de relaciones sanas, libres y pacíficas, les animo a no desfallecer y seguir apelando por una Iglesia, por una comunidad, por una sociedad en que todos y todas podamos vivir en igualdad, justicia y paz. Que realmente la fe de cada una sea creíble, que mueva la vida de otras personas a buscar el diálogo, el bien común. No dejen de anhelar la convivencia social sin violencia y los gestos humanizadores que hablen del Evangelio en el que ustedes creen.

El sínodo nos desafía a: “un mayor reconocimiento y valoración a la aportación de las mujeres y de un aumento de las responsabilidades pastorales que se les confían en todas las áreas de la vida y de la misión de la Iglesia”.

Sepan que en la iglesia de Antofagasta estamos comprometidos con este camino. A veces no con los ritmos y los tiempos que ustedes quisieran, pero vamos dando pasos; porque sé que en ustedes está puesta la esperanza de la Iglesia del presente y del futuro. Y, sobre todo, porque soy testigo de lo valioso, de lo importante que es su participación en nuestra Arquidiócesis.

Les animo, también, a no dejar de formarse, a ser mujeres de solidez espiritual y teológica, para tener una palabra de sabiduría y convicción para quienes más sufren, para quienes se resisten, para sus propias vidas de fe. Tareas que podemos hacer en conjunto.

Además, el Papa nos convocó a un año de oración; un tiempo privilegiado para clamar al cielo por tantas situaciones que necesitan del abrazo de Dios y del de cada una de ustedes. Nos siguen conmocionando las guerras iniciadas en Ucrania, en Gaza y en tantos lugares del mundo; la violencia y muerte que vemos en la televisión, y la que posiblemente viven en sus barrios. Nos seguimos compadeciendo de las familias que lo perdieron todo en los incendios de la región de Valparaíso y de tantas personas que sufren y necesitan de nuestra oración. Y nos preocupan las noticias sobre los femicidios en nuestro país.

Recuerden, una oración que se forja en el encuentro personal con Dios y con la Palabra, es una oración que se transforma en estilo de vida y de fe, es una oración que tiene su fuente en el propio interior y que converge en la comunidad. Sean siempre mujeres de oración, con entrañas de misericordia, fecunden siempre la vida.

Valoro profundamente lo bien que estas dimensiones hacen en medio de nosotros.

Reitero mi saludo a todas ustedes invocando a María con las palabras del sínodo en el número dedicado a la mujer: “María de Nazareth, mujer de fe y madre de Dios, es, para todos, una extraordinaria fuente de significado desde el punto de vista teológico, eclesial y espiritual. María nos recuerda la llamada universal a escuchar con atención a Dios y a permanecer abiertos al Espíritu Santo”.

Les bendice con afecto de pastor,

Ignacio Ducasse Medina 

Arzobispo de Antofagasta 

 

 

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