En el Campus Guayacán de la UCN, en Coquimbo, se llevó la ceremonia donde los y las estudiantes usan por primera vez sus uniformes.
El pasado jueves se llevó a cabo en el Campus Guayacán de la Universidad Católica del Norte la tradicional Ceremonia de Investidura en la que los alumnos y alumnas de la carrera de Nutrición y Dietética simbólicamente usan por primera vez sus uniformes. En la oportunidad también fueron premiadas las estudiantes que se destacaron como mejor alumna, mejor compañera y la más esforzada.
El evento también marca el cierre de todo lo que son los aspectos teóricos y prácticos de su formación, obteniendo éstos el grado de licenciados en Nutrición y Dietética, marcando el inicio además de sus internados profesionales.
La actividad se desarrolló en la explanada verde del Campus Guayacán, en Coquimbo, y contó con la presencia de autoridades universitarias, académicos, alumnos y familiares. “Para nosotros es un desafío lograr formar a personas más que a profesionales, en el sentido de que buscamos en ellos destacar lo que es la vocación social, en compromiso con el paciente”, manifestó Claudia Bugueño, Jefa de Carrera de Nutrición y Dietética.
Asimismo, sostuvo que fueron dos años que no estuvieron exentos de dificultades, debido a la pandemia de Covid-19, pero indicó que, afortunadamente, supieron superar estas complicaciones.
“Con las clases virtuales pensamos que era difícil lograrlo, pero tratamos de implementar distintas estrategias didácticas que permiten finalmente formar a nuestros estudiantes con la calidad que esperamos, sobre todo con ese sello institucional de acompañar, de guiar, que es lo más importante para el futuro de ellos”.
Reconocimiento a los y las estudiantes
Como ya es tradicional, durante la ceremonia se premió a los alumnos que se destacaron durante este periodo.
Como mejor alumna, fue distinguida Ayleen Tirado, quien obtuvo un promedio de 6.1. “No me lo esperaba, no sabía que tenía el mejor promedio. Me parece que es un buen reconocimiento, por todo el esfuerzo que tuve todos estos años”, expresó.
Respecto del camino que emprende, recalcó que “esta ceremonia es muy importante, porque nos abre paso ya para poder entrar al internado, donde realmente vamos a poder estar con pacientes. Es una gran responsabilidad poder hacerlo bien y demostrar lo aprendido en todos estos años”.
El premio a la mejor compañera, que es entregado por sus pares, recayó en la estudiante Javiera Pimentel Álvarez. “Me hace muy feliz, siempre hemos sido un curso muy unido. Son 4 años que luchamos para estar acá así, que estamos muy felices todos”, expresó.
En tanto, como la alumna más esforzada, distinción que es entregada por los académicos, fue reconocida Andrea Torres Castro. “La verdad no me lo esperaba, me emocioné mucho, se siente muy bonito que me eligieran. Es algo muy significativo el hecho de que ahora vamos ya a ser profesionales”, precisó.
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