Actividad en el marco de los 40 años de la Escuela de Arquitectura de la UCN.
La Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica del Norte (UCN) organizó un seminario para abordar la reflexión por la calidad y salubridad de los espacios habitables, los cuales han recobrado mayor relevancia en estos tiempos de pandemia.
En esta oportunidad, se contó con la participación como moderador del arquitecto, Igmarrey Pacheco Rivas; y como invitados la bióloga y docente en biohabitabilidad, Dra. Elizabet Silvestre; la ingeniera en edificación, María Figols; y el arquitecto Iñaqui Alonso.
La actividad se llevó a cabo en el marco de los 40 años de la Escuela de Arquitectura de la UCN.
AMBIENTE INTERIOR
La primera en exponer fue la Dra. Elizabet Silvestre con el tema “Ambiente interior y sus efectos en la salud de las personas”.
En su intervención dijo que hay bastante evidencia de cómo las formas, la geometría, los acabados, las texturas y las alturas acaban teniendo repercusiones en diferentes áreas del cerebro. “Estas, se encienden cuando ven formas más agudas”, señaló.
También expuso que las viviendas se han convertido en la primera línea de defensa frente al coronavirus. “Creo que nos ha puesto en una situación que valoramos muchísimo más, a vivir en una vivienda que aporte. Todo esto que está en nuestro sistema, para estar equilibrado, estar con todos los relojes con la hora correcta y funcionado bien, y que realmente podamos vivir de una forma positiva y saludable”.
También se refirió a temas como el “polvo tóxico”, con el cual debemos tener mucho cuidado, ya que son sustancias que provienen de materiales de construcción, del mantenimiento y de la higiene personal.
FACTORES DE RIESGO
La segunda persona en exponer fue la ingeniera María Figols, que habló sobre los actores de riesgo físico, químico y biológico que condicionan la calidad del aire interior.
Al respecto, dijo que tanto 2020 como 2021 han sido años muy retadores, ya que de alguna forma se han disparado las sensibilizaciones de la población. “Es maravilloso que la ventilación y la renovación de aire sean estrategias claves, porque realmente es necesario y vital para garantizar un espacio sano. Pero no solo por la presencia de virus, porque este aire sano y ambiente también va a intervenir en cómo construimos, en cómo rehabilitamos y en cómo vivimos, en cómo utilizamos las viviendas y los espacios de trabajo y en qué productos utilizamos dentro de ellos”.
Por lo mismo, afirma que “hay que tener ventilación, definir la calidad del aire, lo cual depende también de los materiales de dónde uno vive”. En la misma línea, señaló que hay datos muy característicos en cuanto a contaminación química y es importante recordar que hay más de 12 millones de mezclas de sustancias publicadas, 100 mil sustancias químicas que están separadas de las cuales solo hay cuatro mil o quizás una más que sean realmente analizadas desde el punto de vista de la afección a la salud de forma global y directa.
LA PRÁCTICA
En tanto, el arquitecto Iñaqui Alonso dio fin a las presentaciones, exponiendo acerca del punto de vista de poner en práctica todo lo comentado anteriormente. “Por un lado, además de toda la parte medioambiental y social, también nos gusta mucho que los espacios que hacemos representen la identidad de las empresas e instituciones que nos encargan los espacios; la lectura es diferente, pues estamos pasando ese paradigma en una arquitectura de marca”.
Para Iñaqui, el concepto clave es que “hablamos de reconstruir la relación con el medio ambiente, pero también hablamos de reconstruir la relación con las personas, algo más social. Yo creo que es fundamental reconstruir la relación con la economía, que es una de las grandes culpables de la visión en donde estamos: hemos desarrollado una economía neoliberal donde lo único que se ha buscado es maximizar el beneficio y lo medioambiental se ha dejado en manos de ONG’s y fundaciones, pero el peso fundamental del mundo está en la primera economía o el primer sector”.
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