Con motivo de celebrarse hoy el Día Internacional de la Enfermera, los estudiantes de tercer año de Enfermería desean aportar la siguiente reflexión a la comunidad:
Gestión del autocuidado en el Adulto Mayor
Cuando se habla de autocuidado, se refiere al conjunto de actitudes y actividades que desarrolla una persona para mantener su salud y así cubrir todas sus necesidades básicas, considerando la etapa del ciclo vital en la que se encuentre, como un estilo de vida saludable, el cual otorga las condiciones necesarias para proteger el organismo y prevenir enfermedades.
En la actualidad, la población en nuestro país se ha vuelto envejecida, por lo mismo, dentro de los objetivos país en salud se encuentra poder enfrentar esta situación de envejecimiento demográfico. Dentro de este objetivo, es de gran importancia el rol de enfermería en el autocuidado del Adulto Mayor, considerándose esta etapa de gran vulnerabilidad, puesto que se le atribuye un desgaste fisiológico normal progresivo, teniendo por consecuencia el decaimiento del organismo. Además se ve expuesto a diferentes enfermedades o complicaciones de enfermedades crónicas preexistentes.
El profesional de enfermería se encarga tanto de educar como de facilitar herramientas al Adulto Mayor y a su entorno, para mejorar así la calidad de vida de la persona sana, en riesgo de enfermar o enferma.
A nivel primario, se da énfasis a la prevención y control de salud, complementadas con distintos beneficios como: controles, educaciones incidentales, PACAM (Programa de Alimentación Complementaria para el Adulto Mayor), visitas domiciliarias integrales, por mencionar algunos. Todo esto desde una perspectiva biosicosocial y familiar, puesto que esta última es la que va a contribuir en el binomio salud/enfermedad del Adulto Mayor direccionándolo al mejor camino, el bienestar.
Una manera de determinar, de manera anticipada las necesidades de apoyo en salud y autocuidado del Adulto Mayor es la aplicación del Examen de Funcionalidad del Adulto Mayor, del cual derivan distintas actividades que pueden realizar para mantener un buen estado de salud, independencia y desarrollo de las múltiples capacidades que aún permanecen en ellos, ya que, es importante mencionar que la edad no es sinónimo de dependencia si la persona aun se siente capaz de realizar actividades como aprender cosas nuevas, cumplir sueños, compartir con personas de otras generaciones, tener experiencias recreativas que les estimule, mantienen su capacidad de asombro frente a las maravillas de la vida.
En definitiva, uno de los roles del profesional de enfermería es ayudar a quien lo necesite, pero también potenciar quien está bien, para que mantenga ese bienestar.
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