Columna de opinión: Alejandro Cerda Sanhueza, Académico Depto. de Teología, Universidad Católica del Norte
El 2 de febrero es la Candelaria, una festividad religiosa que se conmemora y que cierra el ciclo navideño, se celebra la purificación de la Virgen María y conmemora la presentación de Jesús en el templo de Jerusalén 40 días después del parto. En un principio esta fiesta tenía un carácter penitencial y purificatorio, en el que las personas se acercaban al sacramento de la penitencia o se llevaban a cabo procesiones.
La fiesta de la Candelaria se conoce y se celebra con diversos nombres: la Presentación del Señor, la Purificación de María, la fiesta de la Luz y de las Candelas; todos estos nombres expresan el significado de la fiesta, Cristo la Luz del mundo presentada por su Madre en el Templo viene a iluminar a todos como la vela o las candelas, de donde se deriva la advocación de la Virgen de la “Candelaria”. Y será una conmemoración religiosa que se celebra desde inicios del cristianismo y se hace masiva y expande desde el siglo XV en España y rápidamente llegará al continente americano, siendo venerada desde México hasta en nuestro país.
Uno de los primeros lugares que tomó el culto de la Virgen de la Candelaria en Chile fue en la Iglesia de San Antonio en Isla Mancera en Valdivia, en la cual existen registros que datan del año 1645 y que prueban el culto que se mantiene hasta la actualidad.
Considerada Patrona de los mineros, la fiesta de la Virgen de la Candelaria de Copiapó congrega a miles de fieles venidos de toda la región circundante. La festividad se remonta a 1778, en que el arriero Mariano Caro Inca encontró la imagen en la cordillera, cerca del salar de Maricunga. El milagroso hallazgo atrajo los peregrinos, lo que motivó al párroco a construir un santuario en 1800, que fue reconstruido tras un incendio en 1922. Con el tiempo, la fiesta se ha constituido en un referente indiscutido de la religiosidad popular de la región de Atacama, y se han organizado cofradías de bailes chinos que, al igual que en Andacollo, agrupan a feligreses de la zona que se preparan todo el año para festejar a su patrona.
Un buen pretexto para este fin de semana acercarse a los muchos lugares del norte y sur del país donde se conmemora esta fiesta para agradecer la presencia de Dios entre nosotros en forma de luz que esclarece todas nuestras oscuridades.
Imagen: Diario Chañarcillo.cl
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