Diversas acciones son necesarias para desarrollar esta actividad en el hogar de forma adecuada, tanto física como emocionalmente.
La emergencia sanitaria por el COVID-19 a nivel mundial ha hecho que el trabajo a distancia sea una herramienta esencial para proteger a funcionarios, académicos y estudiantes del riesgo de contagio. Sin embargo, esta modalidad hace necesario tomar en consideración algunas precauciones tanto desde el punto de vista físico como emocional.
Al respecto, el Departamento de Prevención de Riesgos de la Dirección de Recursos Humanos y el Comité Paritario de Higiene y Seguridad de la Universidad Católica del Norte (UCN) entregaron algunas recomendaciones para desarrollar el trabajo a distancia durante la pandemia.
Entre ellas está el adaptar el entorno a las características físicas propias y no adoptar el cuerpo al entorno. Las medidas y los ángulos son muy importantes, por lo que si se cuenta con una silla de escritorio, esta debe adaptarse a las medidas del cuerpo, considerando que los brazos queden a la altura del teclado y en una posición que no deje los brazos suspendidos mientras se teclea.
Si se trabaja en el comedor, hay que acomodarse dando prioridad a que los brazos asuman la posición adecuada, pudiendo sentarse sobre cojines si es necesario. Se debe acomodar el monitor, con la parte superior de este frente a los ojos. Si se usa un computador portátil, lo ideal es tener un teclado y mouse externos y un elemento alzador del equipo para una mejor regulación de la pantalla.
Otra opción es conectar una pantalla externa y utilizar el teclado y touch pad del equipo portátil o un mouse externo (para lograr la altura adecuada pueden ser de utilidad libros, cajas o resmas de hojas).
Por último, las piernas y pies deben estar relajados a un ángulo igual o sobre los 90 grados y apoyados.
A mano hay que mantener solo los objetos que se ocupan, y se debe considerar la posibilidad de moverse libremente en el espacio de trabajo e intentar que este se encuentre ventilado constantemente.
Finalmente, hay que tratar de trabajar en un lugar tranquilo y sin muchas interrupciones, donde se pueda adecuar el espacio de forma temporal o permanente, con los mismos elementos y resguardos que se tienen en el lugar de trabajo original.
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