Más de 20 jóvenes nortinos viajaron al extranjero donde obtuvieron valiosa experiencia para su posterior desarrollo profesional.
Alegres y con la satisfacción de vivir una experiencia única, retornaron al país 23 estudiantes de pregrado de la Universidad Católica del Norte, quienes complementaron parte de su formación profesional en instituciones de educación superior de Europa y Estados Unidos.
En promedio los jóvenes permanecieron seis meses en el extranjero, oportunidad en que además de avanzar en su instrucción académica, pudieron aprender idiomas y conocer nuevas culturas, aspectos relevantes en un mundo cada vez más globalizado.
Los países visitados por los estudiantes fueron: Alemania, Francia, España, Estados Unidos y Reino Unido. Asimismo, dos alumnos también participaron en actividades de intercambio a nivel nacional en la Pontificia Universidad Católica de Chile.
La comitiva, integrada por 19 jóvenes de la Casa Central (Antofagasta) y 4 del Campus Guayacán (Coquimbo), consideró a representantes de nueve carreras, quienes contaron con el apoyo del Programa de Internacional Estudiantil de la UCN para el desarrollo de sus actividades en tierras extranjeras.
LEJOS DE CASA
“Fue una experiencia que se la recomiendo a todos”, resaltó Carolina González Morales, estudiante de último año de Ingeniería Civil industrial, quien realizó su estada en la Universidad Pública de Navarra, España. Explica que si bien el idioma era el mismo la cultura era muy diferente, aspecto que le llamó la atención y valoró en su proceso formativo.
También en la nación ibérica permaneció Alejandra Cortés Adams, para así complementar sus estudios de Arquitectura en la Universidad Politécnica de Valencia. “Me gustó la ciudad. En lo académico todo era más relajado y la educación es más impersonal. La experiencia fue enriquecedora y si bien los contenidos son similares, la carrera allá está más enfocada al área de la ingeniería”.
Una experiencia similar fue la vivida por el alumno de Pedagogía en Inglés; Rodrigo Arriaza Rojas, quien se mostró muy satisfecho por su permanencia en la Universidad de Iowa, Estados Unidos. “Me trataron muy bien y tuve contacto con personas de distintos países, como Japón y México, entre otros. Las clases eran distintas. Yo me hacía cargo de lo que quería aprender. Una de mis actividades fue traducir al inglés las obras de Nicanor Parra”, comenta orgulloso por la particular tarea que le tocó realizar en tierras norteamericanas.
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