Jóvenes que hasta ahora han estudiado solo vía online, están recorriendo las instalaciones de Antofagasta y Coquimbo.
Marcela Acuña tiene 21 años y estudia la carrera de Contador Auditor en la Universidad Católica del Norte (UCN) en Antofagasta. La joven inició su formación con clases online, debido al contexto de la emergencia sanitaria, por lo que hasta ahora no conocía la Casa Central. No obstante, ante el retroceso de los casos, y tomando todas las precauciones adoptadas por la Universidad, se presentó por primera vez en la sede de Antofagasta para conocer el plantel, como parte de un recorrido coordinado por la Dirección General Estudiantil (DGE) con las distintas carreras, actividad que también se está realizando en Coquimbo.
“Es la primera vez que vengo a la UCN. Es interesante, porque nunca había venido, y conocerla es algo que siempre he querido hacer. Esta oportunidad encuentro que es bacán”, cuenta.
Marcela es parte de los alumnos de primer y segundo año que les tocó iniciar su experiencia en la educación superior a través de clases digitales. Sin embargo, con el retorno paulatino a la presencialidad y bajo estrictos protocolos para evitar los contagios, al fin están recorriendo y conociendo su casa de estudios.
De la misma forma, felices y emocionados se mostraron los 38 estudiantes de voluntariados de la Pastoral UCN pertenecientes a las generaciones 2020-2021 de la Sede Coquimbo durante su visita al Campus Guayacán, primer recorrido que realizaron por las instalaciones de la UCN y que les permitió conocer su casa de estudios.
Los estudiantes fueron recibidos por Carolina Fuentes, Secretaria Docente y Estudiantil de Sede, quien felicitó a los voluntarios y voluntarias por la labor que desarrollan y les informó de todo el trabajo que se ha efectuado en la Universidad para iniciar las actividades presenciales, con todas las medidas sanitarias que corresponden.
Los alumnos fueron acompañados en su recorrido por Andrea Letelier, Jefa del Departamento de Pastoral y Cultura Cristiana de Coquimbo; y alumnos de las carreras de Ingeniería Comercial y Nutrición y Dietética, quienes apoyan los proyectos Nuestras Huertas en Guayacán y Vida Nueva.
La idea de la visita, dijo Andrea Letelier, fue agradecer y premiar a los y las voluntarias de las generaciones nuevas que no conocían el Campus y que, “a pesar de no conocernos físicamente, han desarrollado un gran trabajo con las comunidades y proyectos de la Pastoral durante este tiempo de pandemia. Además, que conocieran las Facultades, Escuelas, salas de clases, espacios comunes y las diversas iniciativas que realizan distintas unidades para ellos, para que así se vayan identificando con su Universidad”.
De esta manera, durante tres días, jóvenes de diversos voluntariados asistieron a la Sede Coquimbo, mostrándose felices de estar en las instalaciones, junto con plantear la importancia de tener actividades presenciales y conocer a sus compañeros y profesores.
En el caso de Antofagasta, Sebastián Mendoza, vicepresidente del Centro de Alumnos (CEAL) de la carrera de Contador Auditor, explicó que este primer acercamiento de los jóvenes les entrega una perspectiva más directa de lo que es el trabajo en equipo. “Creo que para ellos es una experiencia enriquecedora, porque nunca habían pisado la Universidad; entonces les es emocionante. Espero que lo más pronto posible se vuelva a las clases presenciales, porque de verdad que la vida universitaria estando aquí es completamente diferente a la que uno vive online. Las relaciones interpersonales que uno adquiere, los grupos de estudio, el ocupar las principales bibliotecas o las salas de estudio también, es la base de todas las relaciones, como también en los deportes que se hacen aquí; todos adquieren una experiencia universitaria completa, y que ellos se la están perdiendo”.
PROCESO
La académica del Departamento de Auditoría, Contabilidad y Control de Gestión y jefa de la carrera de Contador Auditor, Paola von Bischoffshausen, explica en qué consiste este proceso de acercamiento en Antofagasta: “Nosotros, en la Facultad de Economía y Administración, dada la condición de que son tres carreras, y la poca disponibilidad de espacio, se tomó la decisión con ellos de hacer algunas actividades. Si bien no son clases propiamente presenciales, son actividades de acercamiento a la Universidad y a lo que es la vida universitaria, en una primera instancia, para ya volver en forma normal el próximo semestre, el próximo año”.
Agregó que “se han programado una serie de actividades: charlas, encuentros, etcétera, para que ellos empiecen de a poquito a conocer y a relacionarse con la vida universitaria. Se echa de menos esta relación directa con los alumnos, porque no es lo mismo estar hablando con ellos frente a una cámara, que la mayoría de las veces, está apagada, y uno no sabe quién está al otro lado. No les puedes ver la cara, no pueden interpretarse las sensaciones o emociones que cuando uno tiene ese contacto físico, donde sí se puede, y es mucho más fácil interpretarlo: saber qué sienten, saber si están contentos, o molestos; y poder tomar ciertas actitudes uno también para motivarlos y que se les haga más grata la experiencia universitaria”.
Lesli Quispe es alumna de Nutrición y Dietética de primer año en Coquimbo, y para ella el sistema de clases online no ha sido fácil, pues señaló que “prefiero las clases presenciales, porque aprendo rápido, no así en las clases virtuales; además, me distraigo rápidamente, por eso estoy emocionada y ansiosa de que pronto comiencen las actividades presenciales. Hace poco supimos que se retomarán las clases híbridas y me emocionó, porque el semestre pasado no pude conocer a ninguno de nuestros profesores; esas son cosas que a la larga te desaniman un poco. Lesli llegó a la Pastoral de Coquimbo movida por su interés de ayudar a otras personas y principalmente niños y adultos mayores, por eso ingresó al Voluntariado “Vida Nueva”, para apoyar a los niños y niñas por medio del reforzamiento educativo.
En tanto, Ignacia Sandoval Cortés, alumna de primer año de Ingeniería Comercial e integrante del voluntariado “Guayacán te abraza”, resaltó que “me habría gustado asistir presencialmente a la Universidad, pero nos han otorgado otras posibilidades para estudiar”. La alumna explicó que en la semana de inducción para alumnos nuevos, participaron en charlas informativas y en la exposición de la Pastoral hablaron sobre los voluntariados. “Me pareció interesante, más en la actualidad que los adultos mayores están restringidos y no pueden ver a las personas; me pareció una bonita iniciativa”. En este voluntariado se establece contacto telefónico todos los viernes con adultos mayores, ante lo cual Ignacia afirmó que “son un amor de personas, la mayoría intenta darte consejos. Lo principal es saber si se encuentran bien de salud, psicológicamente, si han tenido contacto con sus familias. La conversación debe durar de 15 a 20 minutos, pero pueden alargarse de una a dos horas; no hay problema con eso, porque es un momento muy especial que compartimos con ellos”.
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