El evento, que se realiza desde hace nueve años de forma presencial, pasó al formato online motivado a la contingencia sanitaria, pero lejos de perder atractivo, casi 1.600 usuarios de todas partes de Chile e incluso de otros países, participaron en las charlas sobre los aportes de la física a la comunidad, el siglo más matematizado de la historia, química en todo lugar, el comienzo del universo, inteligencia artificial y el eclipse 2020, así como en actividades experimentales.
Acercar las ciencias básicas a la comunidad escolar y mostrar alternativas a los profesores para que realicen diferentes actividades con sus estudiantes, -así sea de forma remota-, es la esencia del Encuentro con las Ciencias de la Universidad Católica del Norte (UCN) sede Coquimbo, un espacio que destaca la importancia de la física, química y matemática, y también procura cultivar el genuino interés de los jóvenes en estas áreas que influyen de manera directa en nuestra cotidianidad y desarrollo.
El evento, organizado por el Departamento de Enseñanza de las Ciencias Básicas, tomó fuerza este año gracias a las plataformas virtuales, que facilitaron el acceso a miles de personas de las regiones de Atacama, Coquimbo, Metropolitana, Bíobio, La Araucanía, y de otros países como Venezuela.
María Alejandra Peralta Müller, directora del Departamento de Enseñanza de las Ciencias Básicas de la UCN Coquimbo, considera que el formato online fue muy positivo para el encuentro, porque además de tener un mayor número de usuarios conectados, también tuvieron la posibilidad de invitar a más científicos que dictaron algunas charlas sobre temas de interés.
En esta ocasión, al encuentro se unieron 1.554 participantes, entre ellos profesores de 64 establecimientos educacionales. Se realizaron 6 charlas científicas a las que se apuntaron 549 estudiantes, mientras que en la sección de laboratorios se registraron 352 participantes en el de matemática, 208 en el de física y 371 en el de química.
Asimismo, asistieron representantes de 23 colegios y de dos universidades, (la Universidad de Santiago de Chile y la Universidad San Sebastián).
“La idea inicial del encuentro es llegar con las ciencias a la comunidad escolar, y también dar ese espacio a los profesores para que realicen algún tipo de actividad con sus estudiantes, como las se pueden realizar en laboratorio de forma remota, -con simuladores por ejemplo-, y otras más dinámicas en el computador con programas como Paint, que se pueden replicar en sus establecimientos sin la necesidad de tanta tecnología o recursos”, detalló.
El siglo más matematizado de la historia
Rafael Labarca Briones, profesor titular y director del Departamento de Matemática y Ciencia de la Computación de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), estuvo a cargo de una charla sobre los ciudadanos en la actualidad y cómo se están preparado para vivir el siglo más matematizado de la historia.
Pero, ¿de dónde sale este concepto? Consultado al respecto, el académico explicó que todos los estudios o “problemas resueltos” por las matemáticas en los últimos 80 años, van a producir avances que aún ni siquiera imaginamos, pero que en los próximos años se verán, en la medida que la humanidad tenga una mayor capacidad tecnológica.
“(…) Por ejemplo, ahora podemos grabar con un celular, hacemos videoconferencias o clases por Zoom, cosas que hace 20 años no pasaban y en este momento son cotidianas. Por eso decimos que es el siglo más matematizado de la historia, porque todo lo que está detrás de esto es matemática, que han logrado resolver un montón de problemas de la vida real en áreas de la física, la química, la biología y la tecnología (…) entonces, nunca en la historia habíamos tenido tanta influencia de la matemática en lo que el ciudadano va a vivir”, comentó.
En este contexto, Labarca señaló que en el futuro cercano, el sistema escolar va a tener que preparar a los jóvenes para que tengan acceso a “la matemática necesaria para poder entender la lógica de lo que están haciendo”, cuando se dediquen a profesiones u oficios que requieran de nuevas tecnología e instrumentos.
Texto: Johana Fernández
No hay comentarios